Aimar y Begino son como lapas

Pamplona. Aimar Olaizola y Aritz Begino se agarraron ayer como lapas a la lucha por entrar en la final del Campeonato de Parejas de la LEP.M. Sumaron su primera victoria en la liguilla de semifinales a costa de Sébastien Gonzalez y Aritz Laskurain en un duelo de una dureza tremenda. La dupla navarra estuvo contra las cuerdas en varias ocasiones, pero en el último tramo del encuentro encontraron el tino necesario, sobre todo Aimar, para deshacerse de sus oponentes y alcanzar un triunfo vital que les mantiene vivos en el campeonato. Por contra, Gonzalez y Laskurain firmaron prácticamente su sentencia, ya que hoy mismo podrían quedar matemáticamente eliminados.

Los protagonistas del choque de ayer se la jugaban. Tras encajar sendas derrotas en la jornada inaugural de la penúltima ronda del torneo, solo una victoria en el Labrit les servía para alcanzar la última fecha de semifinales con buenas opciones de aspirar a una de las plazas de finalistas. La tensión era palpable, aunque a Aimar y Begino pareció no atenazarles en los cuatro primeros tantos. El que abrió el marcador llegó producto de uno de los siete errores que cometió Gonzalez a lo largo de todo el encuentro, pero los siguientes llevaron la firma del delantero de Goizueta y el zaguero de Auza. El mayor de los hermanos Olaizola se lució con una cortada y una parada al txoko (3-0), mientras que Begino completó la tacada con un soberbio derechazo que acabó en el rebote y sin respuesta efectiva de Laskurain (4-0). Daba la impresión de que los navarros encarrilaban así el partido, pero resulta que se encontraron con la brutal respuesta de sus oponentes (4-5), aunque los cinco tantos fueron producto de errores propios (tres de Aimar y un par de su compañero).

La verdadera reacción de Gonzalez y Laskurain vino después, merced a tres tantos del lapurtarra, dos de ellos con el saque de manera consecutiva (5-9). Pero cuando se disponía a encadenar su tercer tanto con el disparo inicial, el delantero de Askain cometió una imperdonable falta de saque que resucitó a Aimar y Begino. Aunque con mucho esfuerzo y después de innumerables acercamientos, los navarros fueron capaces de igualar la contienda (16-16). Tardaron y perdieron muchas fuerzas en el intento, aunque, por lo que ocurrió después, mayor resultó el desgaste de sus oponentes.

AIMAR TOMA EL MANDO El empate a 16 fue el último abrazo que registró el electrónico del Labrit. A partir de ahí, Olaizola II encontró el tino que le faltó en la primera parte del choque -resulta complicado descubrir un partido en el que el goizuetarra cometa seis errores de bulto-, se hizo con las riendas para alcanzar una renta de tres tantos (19-16, la segunda más amplia tras el 4-0 del inicio). Aimar y Begino, que también aguantó el tipo en un duelo muy exigente, daban un paso casi definitivo hacia el cartón 22.

Gonzalez y Laskurain podrían haberse rendido. Habían dispuesto de ventajas y oportunidades para sentenciar la contienda, pero ahora se encontraban contra las cuerdas. Sin embargo, no se vinieron abajo. Es más. Golpearon más fuerte. Solo así se entiende que Gonzalez pudiera sorprender a Begino con dos soberbios pelotazos -el zaguero de Auza respondió al primero de aire, volea, pero no pudo con el siguiente- y al delantero rival con una volea -con polémica, ya que Aimar se quejó con amargura de una estorbada que los jueces no señalaron como tal-. Reducida la ventaja a un solo tanto (19-18), Olaizola II apeló a su clase. Se sacó un gancho y un pelotazo atrás para firmar el 20-18. Después le bastó con esperar dos errores de Gonzalez y agarrarse así a la lucha por la final como una lapa.