Existe la exquisita izquierda caviar, fácilmente reconocible. Existe la izquierda democrática, vinculada a la social democracia. Existe la izquierda abertzale reconvertida en izquierda independentista. También la de Alcide de Gasperi, quien decía que era un hombre de centro que miraba a la izquierda. Y existe la izquierda pintxo pote, la tabernaria, ese ectoplasma que ni es izquierda ni está basada en principios sino que se define como ese socialismo que es lo que hacen los socialistas. Aquí, esa izquierda de puño cerrado, gritos tras la pancarta, bici estática antipeneuvítica, con su dogma de los años 60, está muy bien representada en el Partido Comunista de las Tierras Vascas, que ahora se llama Sortu pero podría llamarse de cualquier manera. De hecho, ya se han tragado a EA, Aralar y Alternatiba siguiendo su ADN del fin justificando los medios. Es una izquierda sin modelo de sociedad, incapaz de reconocer su sucio pasado, sin haber hecho una vital perestroika pero, ¡eso sí!, con vocación de sermoneo. No había más que escuchar el 26 de febrero a Arnaldo Otegi describir reiteradamente al EAJ-PNV como la derecha neoliberal domesticada y caduca a la que hay que relegar al desván cubierto de naftalina y, hablarnos como Ghandi de las bondades de mirar al futuro desde su minarete. Explicaba el por qué quieren hacerse notar en el Congreso, por cierto, metiendo la pata por puro complejo y justo cuando, una hora después, se presentaba un libro prologado por el lehendakari Urkullu sobre lo que ha significado para el empresario vasco la existencia de ETA, sus impuestos revolucionarios, su chantaje, sus secuestros, sus extorsiones, su acción falsamente sindical cargándose empresas, vicarios de una ideología mesiánica dispuesta a todo con su alternativa KAS en base a un modelo de guerrilla centroamericana. Hay que estar, pues, muy ojo avizor para que este falso relato de la realidad no cale ni quede impune. Porque... ¿Ha cambiado en algo este comisariado? ¿Se han reciclado de verdad y se han convertido en demócratas? ¿Valoran lo que ha supuesto el denostado estatuto? Rotundamente, no. Su comisariado no da la cara, pero la cosa tiene toda la pinta de que siguen con su mentalidad al servicio de un proyecto totalitario solo matizado del que tuvieron de exterminio de la disidencia y con su mismo marxismo leninismo camuflado, diciéndonos lo desastroso que han sido estos 40 años de acción institucional de EAJ-PNV. "Los valores del país hoy son los que hemos defendido 40 años", nos decía Arnaldo sonriente en Gara.

Pues sí. Otegi sabe muy bien que para lo que quiere el fin justifica los medios y que pueden mentir hasta hartarse aprovechando la mala memoria del personal y la tolerancia de esta sociedad a veces muy permisiva. También sabe que puede dejar de hacer un planteamiento ideológico serio porque en la actualidad su hoja de ruta es la conquista del poder como sea. Si han de vestirse de lagarterana, lo harán exhibiendo una ideología de pintxo pote. Verles hacer lo mismo que ha hecho en el Congreso durante décadas el Grupo Vasco mientras recibía diariamente sus diatribas, y hacerlo sin mover tan siquiera un músculo de su dura faz es todo un espectáculo de acrobacia retórica. Vale todo.

"El terrorismo, la violencia y las vulneraciones de derechos humanos fueron posibles porque grupos y personas consideraron que la defensa de una convicción tenía más valor que la dignidad humana. Sus autores y quienes consideraron que esto era lícito tienen una deuda política: reconocer la injusticia provocada", dice el lehendakari en el prólogo del libro. ¿Alguien se extraña de que Sortu no quiera oír hablar de estas cosas que dice viejas y superadas y que pretenda que Urkullu esté amortizado y ellos sean el futuro?

Antonio Ecarri Bolívar, de clara ascendencia vasca, es la persona designada por la Asamblea de Venezuela y del presidente interino, Juan Guaidó, como embajador en Madrid. Profesor de Derecho del Trabajo, es además vicepresidente del partido Acción Democrática, partido de los siete presidentes de ese signo elegidos antes de Hugo Chávez (Betancourt, Leoni, Carlos Andrés Pérez, Lusinchi, Lepage, Velázquez), partido de la internacional socialista con tres de los cuatro que sostienen a Guaidó. Nada que ver con la derecha.

Ecarri visitó Euzkadi el 24 y 25 de febrero. Fue recibido por el lehendakari en Lehendakari-tza, tuvo un encuentro con la colectividad venezolana (diez mil emigrantes en tres años), fue entrevistado en Radio Euskadi, recibido en Sabin Etxea por Andoni Ortuzar, en la sede socialista por Miguel Ángel Morales, visitó la Casa de Juntas de Gernika, donde su presidenta, Ana Otadui, le recibió y enseñó la sede, y terminó su periplo con un encuentro en el Ayuntamiento con el alcalde de Bilbao, Juan M. Aburto. Fueron reuniones serias, respetuosas, de intercambio de información. Venezuela acogió en 1939 al exilio vasco, en Caracas se construyó el mejor Centro Vasco de América, los vascos exiliados sostuvieron el Gobierno Vasco en el exilio, desde la selva se transmitía diariamente un programa de media hora en onda corta a través del éter así como la revista clandestina Gudari y en el golpe de estado de Hugo Chávez a Carlos Andrés Pérez mataron al hijo del delegado del Gobierno Vasco, Gaizka Etxearte. Bueno, pues en Gasteiz, en Bilbao y en Gernika, además de las personas de protocolo, el embajador tuvo una coral de bienvenida tras una pancarta que le gritaba "¡Golpista, gusano, fascista!" y otras lindezas muy en sintonía con la asistencia de Martin Garitano al funeral de Chávez y con Arkaitz Rodríguez a la toma de posesión de Maduro, dato este muy importante pues los 50 países más representativos de la democracia mundial no reconocen a Maduro y sí a Juan Guaidó.

Cuando hablo de un disfrazado proyecto totalitario de los ideólogos de Sortu me refiero a ésto, independientemente de que el PP utilice el tema Venezuela para desgastar a Sánchez. La verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero. Cuando más cuidadosos deberían ser para que nos olvidemos de aquellos gritos de "Aldaya paga y calla", "ETA, mátalos", "Hoy tú de negro, mañana tu familia", "Cipayo en-tzun, pim, pam, pum€" etc. etc., Bildu se coloca tras la pancarta en Gernika y hace lo mismo con la democracia venezolana que hacía HB con ETA, apoyar un proyecto tiránico de un narco-estado. No han olvidado nada, no han aprendido nada.

Charli, un vasco todoterreno que vivió 20 años en Venezuela, se fue a la pancarta y en euskera -no había tras ella un solo venezolano-, les preguntó si alguno había vivido en aquel país o lo conocía. Si sabían que 200 vascos no cobran su pensión en Euzkadi tras una vida de trabajo y cotización, si no les hacía pensar que cinco millones de venezolanos hayan tenido que emigrar y que tenemos a 10.000 de ellos aquí y que por qué no se van a pasar una semana tan solo en aquel paraíso. Le miraron como a un marciano y siguieron con sus gritos, llamando al embajador golpista y gusano, cuando el único golpista fue el militar Hugo Chávez en 1992, y advirtiendo de la invasión de Trump, cuando la única invasión que vive Venezuela es la cubana, con 22.000 efectivos para asegurarse su vaca petrolera. Y hablando de Trump, aquí los únicos que felicitaron a Trump por su victoria hace cuatro años fueron los de Bildu.

Cuando el parlamentario Casanova arremete contra el PNV "de centroderecha que parece tener mandato vitalicio", solo manifiesta que no cree en la elección popular ya que si el PNV ha gobernado estos años habrá sido porque los ciudadanos le han votado. ¿O no? Para mandatos vitalicios los de Cuba, Rusia, China y Venezuela. Porque les cuesta llegar al poder pero luego no hay quien les eche. Esta campaña electoral va a tener una fijación dirigida no a proponer iniciativas sino a mentir y exagerar, deformando para tratar de destruir una obra democrática a pesar del celofán con que se van a envolver. Delenda est EAJ-PNV, "El modelo del PNV está agotado". Y la guinda de todo esto será Arkaitz Rodríguez, comisario jefe, que estuvo en la toma de posesión de Maduro y estará en el Parlamento Vasco. Los comisarios altamente ideologizados al poder. Es la impura realidad de lo que viene y lo que venden. Que no nos engañen.

Parlamentario de EAJ-PNV (1985-2015)