e dudado mucho sobre escribir o no este que pretende ser solo un pequeñísimo homenaje a la persona que más me ha querido en mi vida, sin duda alguna. Pero solo pensando en la ilusión que le hubiera hecho leerlo, siempre que veía algo firmado por su hija se lo hacía, me he decidido. Únicamente decir que se ha ido la ama, nuestro puerto, nuestro abrazo contra viento y marea, nuestro perdón sin pedirlo, nuestro quitamiedos, la tabla a la que agarrarse cuando había tormenta fuera. Se ha ido la ama y cada día, hasta que me muera, la echaré en falta y la buscaré en los recuerdos, en las fotos, en las conversaciones con mi hermano y mi hermana y con sus nietos y nietas, "listos, guapos y estupendos". Para todos tenía preparado el "billetito" en la cartera y el beso en los labios. Para todos sus buenos deseos. Se ha ido la amatxo y me siento mucho más sola de lo que nunca me he sentido, con una soledad de esas que hacen herida hasta sangrar y que no puede cicatrizar porque no volverá. Se ha ido una pasaitarra militante y una antiguotarra por vocación que recordaba con infinito cariño el pueblo de sus padres, Bermeo, donde pasaba sus veranos. Se ha ido una hermana buena, una amona cariñosa y una madre sin par. Agur ama nerea, agur, agur, agur.