a llegado el día de la luna, un díes Lunae, que dirían los romanos; si lo prefieren en román paladino, un puñetero lunes, aunque están en buenas manos. Como bien apuntó en su día el incombustible presidente estatal, esto es un servicio esencial, y a la audiencia hay que mimarla, de modo que no les haré partícipes de las conclusiones de esos estudios que indican que el riesgo de sufrir un ataque al corazón aumenta hoy un 20%. Por no hablar del trabajo productivo en un día como hoy. Se queda en , tres o cuatro horitas, y encima con el runrún de que tienes que cambiar de curro. Luego llega el miércoles, te vienes un poco arriba, y así hasta el próximo morrazo. Pero no perdamos la perspectiva: seguimos de lunes, el día de la luna que los romanos tomaron prestado de los antiguos mesopotámicos, que estaban todo el día mirando para arriba. Si tienes entre 45 y 55 años, como es el caso, tienes todas las papeletas de sufrir con mayor intensidad el síndrome de los lunes. Un día pelín puñetero, para el que no encuentro mejor aportación que esta pildorita de humor inteligente que tomo prestada de @ClintPiticlint:

-¿Es cansado estar con tu padre?

-Sí, pero no me agota.

-Eso va a ser la próstata.