Hace apenas un año, muy pocos conocían los peculiares usos y costumbres del juez Juan Carlos Peinado en el ejercicio de la administración de Justicia. La instrucción de ‘Caso Begoña Gómez’, que parece haberse tomado como una cuestión personal, lo ha situado en el centro de los focos mediáticos. Y decisión a decisión demuestra que se siente muy a gusto ahí.
#NoSeRinda
“España con usted”
En su último auto hasta la redacción de estas líneas -que seguro que ya es solo el penúltimo cuando ustedes las lean- el magistrado cita a declarar como testigos a representantes legales de Indra, Telefónica y Google. La argumentación es que estas tres firmas elaboraron el software del que acusa a la esposa de Pedro Sánchez de haberse apropiado ilícitamente.
El veterano político de izquierdas Gaspar Llamazares, ahora concejal en Oviedo, reaccionaba a la noticia así: “Poco me parece. Faltan Trump, Putin y Elon Musk”. Sin embargo, en la (por algo) llamada fachosfera se prorrumpía en aplausos. Una de las cuentas lo vestía de Superman, lo declaraba “héroe nacional” y le instaba a no rendirse.
#CoacciónIlegítima
Así interroga su señoría
Además de su última citación, Peinado era noticia por la difusión de un vídeo en el que se aprecia cómo las gasta en un interrogatorio para que le píen las respuestas que quiere obtener. “Coacción ilegítima a un testigo”, apostillaba el periodista Ernesto Ekaizer en un mensaje reposteado por el escandalizado escritor Benjamín Prado. Inquieta.
#DíaPlacenteroEnMoncloa
Canasta bajo sospecha
Como si las informaciones generadas por el togado no fueran lo suficientemente grotescas, el ultramonte mediático echa más leña al fuego. Así, Libertad Digital, bajo la dirección de Federico Jiménez Losantos, se entretenía aventando una noticia con el titular que sigue: “Moncloa dedicó el día del esquinazo a Peinado a comprar una canasta de 2.415 euros para los Sánchez”. La letra menuda contenía fragmentos delirantes: “En resumen, que aquel 11 de noviembre debió ser un día placentero en el complejo presidencial por ambos motivos: la compra del nuevo elemento deportivo y la huída de Begoña Gómez de su citación judicial”. Edad dorada de mi oficio.
#Hasta2027
Sánchez, a lo suyo
Ajeno al ruido (o intentando parecerlo) el supuesto usuario de la canasta monclovita, se daba uno de sus habituales baños de cámaras y micrófonos. Tenía buena coartada, pues el final del año es tiempo de balances. Y el de su gestión, según él mismo detalló en la larga comparecencia, es mejor que bueno. “España es hoy un país mejor de lo que era en 2018, y en 2027 será aún mejor de lo que es en 2024”, concluía. ¿Estará ahí para verlo? Hmmm.