Genio de la literatura, allá donde esté: Le escribo con sentimientos enfrentados. Por un lado, me parece fantástico tener la posibilidad de leer, diez años después de su muerte, una novela suya inédita. Mucho más, si las críticas que voy viendo hablan de una obra a la altura de lo mejor de su producción. Sin embargo, no acabo de ver nada claro que el volumen haya visto la luz cuando usted dejó claro en vida que no le convencía. “Este libro no sirve, hay que destruirlo”, dijo acerca del puñado de páginas contra el que llevaba años peleando, según reconocen sus propios hijos. Si hubiera estado en el lugar de sus familiares, creo que habría desobedecido la orden de destruir la novela, pero no me habría atrevido a darla a la imprenta. En todo caso, a lo hecho, pecho. Sus millones de seguidores lo celebrarán.