Influencer o como carajo se califique o la califiquen: Me reconozco muy viejo para entrar o dejar de entrar en los cimientos de su muy rentable fama. De hecho, me avergüenza cero menos cero reconocer que no tenía pajolera idea de su existencia hasta que, después de una patética y nada empoderada genuflexión virtual a Pedro Sánchez, el Consejo de Informativos de RTVE, que la aventaja en cien mil partidos empatados, le haya afeado la impropia entrega sumisa de sus palabras al presidente del Gobierno español. “¡Eres un icono, presi, te queremos!”, tuvo el desahogo de soltarle en la ya de por sí lamelibranquia cobertura de los premios Goya en la radiotelevisión pública. Imagine un arrodillamiento similar ante el ultraderechista vicepresidente de Castilla y León, García Gallardo. Pues eso, caray, pues eso.
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