Extraña coincidencia, ¿no creen? Justo cuando parece estar a punto de caramelo una ley de amnistía para las personas encausadas por el procés, el juez García Castellón cita como imputados a Carles Puigdemont y Marta Rovira. De acuerdo con el preceptivo informe de la Guardia Civil –cómo nos suena este cuento en las bárbaras tierras del norte–, el president expatriado y la secretaria general de ERC son quienes manejan los hilos de Tsunami Democràtic. Poca broma, porque se apunta que las actividades de esta plataforma podrían ser tipificadas como delito de terrorismo.

Para qué disimular, cuando el llamado órgano de gobierno de los jueces, el CGPJ, evacuó finalmente la declaración critica contra una hipotética ley de amnistía que habían reclamado ocho vocales del ala conservadora. De hecho, consiguieron una firma más, y fueron nueve frente a seis los que secundaron la diatriba contra una norma que ni siquiera es un proyecto. Inédito.

El PP agita las calles

El complemento del frente togaso es el callejero. A las procesiones poco amigables delante de la sede del PSOE en la madrileña calle Ferraz –¡con Esperanza Aguirre como jefa de ceremonias!–, el PP ha añadido una convocatoria a gran escala.

Alberto Núñez Feijóo llama a su grey y a la que se quiera adherir a las concentraciones simultanáneas que tendrán lugar el próximo domingo a las 12 del mediodía en todas las capitales del Estado español.

Según el líder de los populares, lo único que puede parar a Sánchez es la movilización permanente, un concepto con resabios marxistas. Si no estuviéramos curados de espantos, llamaría la atención que la “gente de orden” esté promoviendo algaradas a pie de asfalto. Recuérdese que el pasado viernes, nada menos que el número dos del PP de Madrid, Alfonso Serrano, criticó que la Ertzaintza “moliera a palos” (sic) a miembros de Gazte Koordinadora Sozialista que lanzaron pintura contra la sede del PSE en Donostia.

Y por si faltaba alguien por unirse al festejo, el ahora obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, calificó ayer como inmoral a Pedro Sánchez por “borrar determinados delitos solo para ser investido”. Tracatrá.