Los del gremio plumífero tenemos un punto cómico. Cuando hacemos presa en un tópico, no lo soltamos. Y así, si se dan avances de cara a la prórroga sin penatis de la estancia de Pedro Sánchez en La Moncloa, echamos a cara o cruz si titulamos que la investidura está “encarrilada” o “allanada”, pese a que la polisemia hace que este último término remita a las patadas en la puerta para entrar a un domicilio. Seguro que no estoy libre del pecado de haber usado una u otra expresión, pero en la ocasión más reciente yo opté por un enunciado menos estereotípico y con una gota más de intención: “Esquerra se adelanta a Junts y pacta la ley de amnistía con Pedro Sánchez”.

Pueden criticar la simpleza, pero aporto como atenuante que lo escribí pasadas las diez de la noche de Halloween, mientras hordas de criaturas me asaban a timbrazos. ¿De verdad ERC y el PSOE no encontraron mejor momento para anunciar un acuerdo que, por lo demás, solo se traduce en que los siete votos republicanos caen en la buchaca socialista? Ya sé la respuesta. Y Puigdemont, dueño de los respaldos decisivos, también.

‘Generación Leonor’, ¿en serio?

Todo esto ocurrió, por cierto, como broche a la jornada en la que nos habían colado con fórceps por tierra, mar y aire la pomposa (e, insisto) rancia jura de la Constitución de la destinada a perpetuar el borbonazgo. Con Sánchez y el PSOE, como ya escribí ayer, actuando de palafreneros (palanganeros, diría algún malicioso) de la cosa.

Y con la prensa cortesana (casi toda, también lo anoté aquí) emborrachando de almíbar a la joven heredera. Es difícil escoger una sola de las demasías, pero me quedo con un par. Primero, la de quienes conceden a la princesa el honor de nombrar una generación que incluye a sus coetáneas y coetáneos. ¿Qué tendrá que ver la simpática hija de Felipe VI con la chavalería que, en buena parte de los casos, estudia con becas o curra en precario?

Y luego está lo de “No será una joven normal”, lamentando que no podrá salir de mambo los viernes, hacer manitas con su pareja en lo oscuro, formar una banda de música indie, marcharse de cooperante a la Amazonia u opositar a notarías. Anda ya.