Ministro de rebote - Es un secreto a voces que Fernando Grande Marlaska sigue siendo ministro de Interior porque Sánchez no encontró a nadie dispuesto a sustituirlo. Así que, tras la purga/escabechina de julio de 2021 en el gabinete, el tipo conservó la cartera al precio de saberse no querido por su superior en el organigrama. Cualquiera con media gota de dignidad habría optado por coger la puerta. Máxime, cuando en su caso, ni siquiera se trata de la clásica giratoria hacia un consejo de administración sino de una cómoda pasarela de vuelta a su antiguo puesto de juez justiciero y algo despistado respecto a las denuncias de torturas. Sin embargo, prefirió seguir como alma en pena, pimpampum tanto para la oposición de la derechona como para los aliados de la izquierdona y, como también hemos comprobado, coleccionista de hechos muy graves que tenían que ver con su gestión. Sin duda, el peor, el que no se nos borrará de nuestro recuerdo, fue la represión del salto de la valla de Melilla el pasado 24 de junio, que se saldó con la muerte de 24 migrantes.

"Actuación escrupulosa" - Quedan en las hemerotecas aquellas vergonzosas palabras de Sánchez sobre lo ocurrido: "Ha sido una operación bien resuelta", cacareó para asombro e indignación de cualquiera que tuviera dos ojos en la cara y una gota de alma. Un par de días después, y ante el descomunal escándalo, el presidente español confesó que no había visto las imágenes y, aunque no fue más allá, dejó entrever que las "fuerzas del orden" (ejem) marroquíes se habían pasado un par de pueblos. Su subordinado en el organigrama bien podría haber ido a rebufo, pero no. Comparecencia parlamentaria tras comparecencia parlamentaria, Marlaska siguió en sus trece: "Fue una actuación escrupulosa", sostiene contra toda evidencia en el atril del Congreso y cada vez que le ponen un micrófono delante.

Acorralado - Hoy es el día en que el individuo insiste en la defensa de la represión sin piedad de la policía marroquí en Nador. Lo hace a pesar de las incontestables imágenes (en realidad, las que vimos eran suficientes) de un documental de la BBC. Tras su difusión, nueve grupos parlamentarios, ¡nueve!, que van desde la triderecha a la inmensa mayoría de los socios de investidura, incluyendo a Unidas Podemos, reclaman una comisión de investigación. El Parlamento europeo aguarda también la comparecencia del ministro de la venda en los ojos para explicar lo que hasta el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó como una "utilización excesiva de la fuerza" por parte de España y Marruecos. Está acorralado.