Las principales cabeceras de orden (no todas, ojo) jalean a su lideresa del Madrid de las cañas y la libertad. De hecho, el título de estas líneas se lo he robado a medias a un juglar de El Mundo y al gran palmeteador Francisco Marhuenda, que precisamente titulaba su loa de La Razón así, “Ayuso contra los bolivarianos”. Todo lo demás es miel: “Ayuso ha conseguido convertir Madrid en un bastión en contra del comunismo, los populismos y los antisistema. Tras su victoria llegaron las de Castilla y León y Andalucía. Todo indica que son el preámbulo de los éxitos que vendrán en las autonómicas y municipales, así como en las generales. La presidenta madrileña estuvo magnífica este lunes en un discurso en el que mostró las principales líneas de su acción de gobierno en este año electoral”.

Marhuenda, a los pies de la lideresa

Marhuenda, a los pies de la lideresa LR

No en vano, el periódico azulón titulaba la crónica del debate sobre estado de la región así con un mandoble en dos tiempos: “Ayuso se planta frente al «acoso» de Sánchez. Se erige en defensora de España frente al «despropósito bolivariano» del Gobierno con una batería de más de 50 medidas”. Eso da pie a otro festival de lametones en el editorial: “Sabe Ayuso que solo desde el impulso del tejido empresarial, de la promoción de la iniciativa privada, es posible sostener el crecimiento económico que, a la postre, garantiza mejores servicios sociales, desde la Sanidad a la Educación, pasando por la Dependencia, y que ello solo se produce cuando las administraciones propician un clima de libertad y reducen las cargas fiscales a la generación de riqueza. Es, además, lo que se viene practicando en la comunidad de Madrid, dentro del marco normativo del sistema autonómico, y es, en definitiva, lo que ha llevado a la región a tener los mejores indicadores sociales y económicos de toda España”.

Ayuso en El Mundo EM

En El Mundo, más pirotecnia: “Ayuso, contra Sánchez y la inflación”, titula a toda plana junto a una imagen de cuerpo de entero de la supernova ante el atril y esta leyenda: “Afila su papel de oposición al presidente, declarándose dique contra su carcoma”. Más comedido, el editorialista encabeza así su prédica: “Ayuso se adapta a la inflación”. He aquí la un fragmento: “Caricaturizada por sus rivales como la encarnación del neoliberalismo más salvaje –y, sin duda, con la vista puesta en los comicios autonómicos de 2023–, Isabel Díaz Ayuso sabe que en sus manos está la posibilidad de llevar a cabo una política sensible a las circunstancias excepcionales que atraviesa la economía”.

La guinda requetedulzona corre a cargo de Julio Valdeón, que empieza tal que así su cantar de gesta: “Madrid esperaba a su reina. La oposición, a la bruja del este. Volvía Isabel Díaz Ayuso con las baterías renovadas, después de superar el pasado año político la cacería judicial y mediática. También había sobrevivido al odio sin hervir de los suyos. Los anteriores inquilinos de Génova la temían con una veneración propia de los antiguos enfrentados a criaturas totémicas, muertos de miedo en la penumbra ante el rugido del jaguar o el aullido del lobo”. La oda lleva por título “Ayuso, el regreso”.

Putin y Sánchez, clones, según Isabel SS

“Al ruso solo le queda sembrar los campos del Donbass de minas. Al español, si nadie lo impide, hacer lo propio en el Constitucional”

Isabel San Sebastián

Me van a permitir que hoy cierre con un bonus track que no tiene que ver con la emperatriz de Sol, sino con los inquilinos de Moncloa y el Kremlin. Palabrita del niño Jesús que Isabel San Sabestián se atiza su columnaza en ABC estableciendo los parecidos entre Pedro Sánchez y Vladimir Putin. Ojo al primero: “Pedro Sánchez y Vladímir Putin son tremendos narcisistas enamorados de sí mismos y convencidos de encarnar el ideal masculino de belleza. No hay más que ver sus movimientos, su actitud, su uso y abuso de la cirugía estética para disimular los estragos de la edad o del acné juvenil, su culto indisimulado a la propia imagen”. Y atención a este otro quíntuple tirabuzón: “Al ruso solo le queda sembrar los campos del Donbass de minas. Al español, si nadie lo impide, hacer lo propio en el Constitucional”.