tras algo más de dos años de cierto parón, -quizás por haberse centrado más en la actividad avalista en un escenario de tipos bajos y liquidez monetaria y que tuvo su reflejo incluso en un decrecimiento en los resultados-, y la digestión de la fusión con Oinarri, Elkargi SGR parece que ha vuelto a tomar vuelo, de la mano de su nuevo director general, Zenón Vázquez, y cual ave fénix quiere volver a hacer realidad en toda su amplitud el slogan que de una manera gráfica simplifica lo que es y quiere seguir siendo: “Tu aliado financiero”.

Estos últimos meses del año están siendo frenéticos para el director general de Elkargi, SGR, Zenón Vázquez, -que el pasado mes de abril tomó las riendas de la entidad, en sustitución de Pío Aguirre-, en una actividad que trata de resituar a Elkargi como un importante instrumento para las pymes, no solo para garantizar de la forma más ventajosa sus fuentes de financiación con una gran capacidad de interlocución para conseguir las mejores condiciones en el sector bancario y la captación de fondos en Europa, sino también a la hora del asesoramiento cuando, por ejemplo, se detecta una mala gestión financiera y en la formación de sus directivos financieros.

El hecho de contar con una base societaria de 15.500 empresas proporciona a Elkargi tal nivel de conocimiento y cercanía con el tejido industrial y empresarial vasco que le permite afrontar procesos de acompañamiento de las compañías para resolver situaciones delicadas en el presente y preparar su futuro, que van más allá de lo que puede abarcar la actividad avalista pura y dura. En este sentido, Elkargi se convierte en una herramienta importante de conexión entre las empresas que tiene como único objetivo crear valor en ellas.

Precisamente este gran intangible que tiene Elkargi de poder enlazar entre sí a las pymes no solo aporta una mayor estabilidad al tejido productivo de este país, sino que es la mejor manera de afrontar su situación y desarrollo futuro mediante la creación de instrumentos financieros estratégicos para facilitar la captación de recursos y la puesta en marcha de nuevas líneas de financiación en sectores económicos concretos.

En este sentido, Elkargi ha puesto el foco en la empresa familiar vasca, que representa el 85% del conjunto de las compañías de Euskadi y supone el 42% del PIB, hasta el punto de estar trabajando ya con la Asociación de Empresa Familiar de Euskadi (AEFAME) en la puesta en marcha de una línea de mecanismos de financiación que facilite la concentración accionarial y el crecimiento de las compañías.

La planificación de los procesos de sucesión en las empresas familiares se ha convertido en un reto estratégico con el objetivo de garantizar el futuro de estas compañías manteniendo la propiedad de la familia. Un reto que parte de una situación preocupante que supone que el 50% de las empresas familiares no cuenta con planes de sucesión para transmitir la propiedad o que el 74% no tiene un protocolo familiar escrito.

La misma preocupación puede establecerse en las adquisiciones de empresas, algunas de ellas de carácter familiar, que en los últimos meses se han producido en Gipuzkoa por parte de fondos de inversión o capital foráneos, que pueden poner en peligro no solo la falta de arraigo de la compañía en el territorio, sino incluso su propia existencia, como, por desgracia, puede estar pasando estos días en una compañía donostiarra.

Y en este campo, Elkargi puede jugar un papel de primer orden a la hora de establecer puentes entre empresas vascas para unir y consolidar su existencia, así como la potenciación de proyectos industriales que tengan como consecuencia el arraigo y el anclaje de las compañías en este país.

La ausencia en este país de entidades con el suficiente músculo financiero de inversión en nuestras empresas, como lo tuvieron en el pasado las cajas de ahorros vascas, convierte a Elkargi en el aliado necesario y eficaz para resolver los problemas que presentan las pymes a la hora de afrontar sus líneas de financiación a largo plazo, apoyar sus inversiones y potenciar sus procesos de internacionalización.

Y todo ello, desde la posición de defender la figura del aval como una garantía básica tanto para el prestatario como para el prestamista que adquiere mayor valor hoy ante los síntomas de decrecimiento de la economía que se están observando, a pesar de situarse en un escenario tan poco favorable como es el de la existencia de unos tipos bajos, elevados niveles de liquidez y una gran competencia de los bancos.

Después de unos años un tanto irregulares desde la jubilación del antiguo consejero delegado, Jesús Alberdi, en 2013, por donde han pasado un total de cuatro directores generales, parece que Elkargi ha entrado en fase de despegue desde la vocación de Zenón Vázquez de querer liderar un proyecto a largo plazo. Curiosamente, el inicio de esta nueva etapa coincide con el 40 aniversario de la constitución de Elkargi que tendrá lugar el próximo año.

Cuatro décadas que le han convertido a Elkargi no solo en la SGR más importante del Estado, duplicando en actividad a la segunda entidad, sino en un factor determinante en el desarrollo del tejido productivo vasco. Todo un referente.