El jefe de Estado

publico.es y elplural.com

Vayamos a lo importante: analicemos cómo es posible que un jefe de Estado recibe una comisión de 100 millones de euros y ordena "crear una estructura" (Público) para ocultarlos a Hacienda, en Suiza. El dinero, además, proviene de una dictadura, la de Arabia Saudí, y es por las gestiones que hizo ese representante de los españoles para las licitaciones y obras del AVE a La Meca. Esos 100 millones, según la dictadura, fueron "un mero regalo" ante el que Juan Carlos I, que así se llama el jefe de Estado, exclamó: "¡Oh Dios mío! Han sido muy generosos" (El Plural).

Y su amiga especial

republica.com

La generosidad, al parecer, es contagiosa: de esos 100 millones que Juan Carlos I, en el ejercicio de su jefatura de Estado, recibió como un regalo, dio 65 a una amiga suya, Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Desconocemos el motivo que propició ese regalo al rey (¿un ahorro de más de 100 millones en la factura de las empresas que recibieron el encargo?) y desconocemos el motivo que propició ese regalo a Corinna (si escribo entre estos paréntesis lo que me pregunto puede que la Fiscalía actúe de oficio), pero estas cosas, entre esa gente, se ve que suceden. Son cosas de jeques, reyes y sus amigas.

El pueblo opina

twitter.com

Todo esto que les cuento sacudiría los cimientos de un estado con un poco de vergüenza y amor propio; en España, por lo menos, da para un puñado de tuits como estos: "A ver, encuesta. Si te sobran 65 millones que no te vas a gastar en tus cosas de yates y tal: opción 1. Los evado del fisco ingresándoselos a una testaferro en Mónaco o Suiza o así. Opción 2. Se los regalo a una pilingui que me pone". Y otro: "Por cierto, la que lo tiene que estar flipando muchísimo con los 65 millones de euros que le regaló el Émerito a Corinna, en gratitud por los servicios prestados, es Bárbara Rey...".