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Telepredicador

Carlos Marcos

Chimpún Aste Nagusia solo apto para ver por la tele (o pegado al escenario)

Después de estar en la playa de La Concha de Donostia viendo el broche final y musical de los fuegos artificiales de Aste Nagusia he tenido que volver a verlos en ETB para enterarme de algo

Chimpún Aste Nagusia solo apto para ver por la tele (o pegado al escenario)Pedro Martínez

Después de estar en la playa de La Concha de Donostia viendo el broche final y musical de los fuegos artificiales de Aste Nagusia he tenido que volver a verlos en ETB para enterarme de algo.

Ya dimos cuenta aquí la semana pasada del excepcional trabajo que ha realizado Euskal Telebista y lo bien que luce todo a vista de dron para complementar esos otros planos subjetivos y bucólicos a los que ya nos tenían acostumbrados. Aún así, verlos in situ siempre es mejor que por televisión, pero con el chimpún final piromusical se tornaron las cosas y, salvo quienes estaban al lado del escenario o la pantalla, el espectáculo quedaba bastante deslucido.

En la arena, al ladito de donde se situó el reportero de ETB Eleder Iglesias con su cámara, los comentarios de la gente mientras lanzaban los fuegos pasaban por quien se quejaba de que la música impedía escuchar el estruendo de la pirotecnia, quien interpretaba como un fallo los largos silencios entre una canción y otra, entre un lanzamiento y otro, y quien se congratulaba de haber conseguido aislarse de la música para disfrutar de los fuegos. Dicho de otra manera, no se entendió la propuesta porque los fuegos son un espectáculo multitudinario para ver desde distintos puntos y limitar el espectáculo musical a un pequeño escenario y una única gran pantalla muy próxima condena a todos los demás a no ver y no enterarse de nada.

Pantallas

Si se opta por algo así es preciso llenarlo todo de altavoces, sí, pero también de pantallas, como hicieron en el concierto BBK Ría Bilbao del pasado junio donde actuaron Amaia, Iñigo Etxezarreta y Arde Bogotá tras pasearse antes en barca delante de todos los congregados de camino y vuelta al escenario. A Donostia le falta ambición, le falta darle una vuelta a su último día de fuegos si realmente pretenden hacer algo distinto con actuaciones musicales en directo y que no acabemos todos vaciando la ciudad para verlo en casa por la tele, que es a lo que nos condenaron la noche del sábado para disfrutar de Izaro, Janus Lester y la Txaranga Joselontxos si no tenías la suerte de estar pegado al escenario o a la única pantalla de la ciudad.

Ya al verlo por la tele, y aunque se mantiene que fuegos y música son como el agua y el aceite, es cierto que todo se disfrutaba más, el espectáculo era de nota y da ganas de dejar instaladas las lucecitas láser para iluminar la bahía en futuras ocasiones.

Se me ocurre que, en la próxima Nochevieja, ETB huya de una vez de relojes y plazas que compitan con la Puerta del Sol y monte un gran espectáculo desde la bahía de La Concha para recibir el año con luces láser que marquen las 12 uvas, una potente actuación musical y fuegos artificiales a vista de dron rodeado todo, eso sí, de pantallas gigantes, para que quien vaya a verlo se entere de algo.