Los fuegos artificiales han sido siempre el evento feo de la tele. Era muy difícil meter en la cajita cuadrada (ahora rectangular) tanta espectacularidad, brillo y estruendo. Los fuegos artificiales se disfrutaban en toda su grandeza in situ, especialmente en escenarios tan espectaculares como la bahía donostiarra, pero no vistos por la tele.
Los partidos de fútbol, las carreras ciclistas o incluso los encierros de San Fermín, por irnos al ámbito festivo y no solo al deportivo, hace mucho tiempo que se ven mejor por la tele que en el lugar, pero los fuegos artificiales seguían siendo una asignatura pendiente. Las teles que tenemos en el salón han mejorado en calidad de imagen y sonido al tiempo que han crecido considerablemente en tamaño y, sin embargo, la retransmisión de los fuegos seguía intentándolo sin éxito: que si encuadres de postal detrás de una farola, que si planos subjetivos tras las cabezas del público playero para sentirnos como uno más allí, que si vistas aéreas desde el monte Igeldo para ofrecernos en un plano toda la bahía... Loable pero seguía siendo mejor estar en Donostia. Y, sin embargo, a ETB, nuestra televisión pública, hay que agradecerle dos cosas: una, su empeño por retransmitir siempre lo mejor posible los fuegos artificiales de Aste Nagusia para la gente que por edad, enfermedad o por estar lejos de su casa no puedo ir a verlos y dos, el empeño, la dedicación y los medios profesionales y técnicos destinados para renovar una retransmisión que es un género propio, que nunca ha formado parte de la parrilla de las teles estatales.
Pues bien, los fuegos artificiales por la tele ya no quedan deslucidos. ETB1 ofrece ahora, en directo, unas imágenes espectaculares, imposibles de disfrutar apoyados en la barandilla de La Concha, tumbados en la arena de la playa, navegando en una embarcación o incluso en lo alto del monte. ETB se ayuda ahora de drones en la retransmisión y las cámaras echan a volar ofreciendo (sin abusar del recurso) privilegiados planos secuencia que resultan hipnóticos, mágicos y que nos regalan unas imágenes únicas de los fuegos sobre la ciudad de Donostia y su bahía, imposibles de disfrutar de otra forma.
Ahora sí, los fuegos se pueden disfrutar por televisión. Felicidades a ETB, felicidades a Prime Time Media y felicidades al realizador/a de nombre desconocido (no figura en los créditos) por su labor. Y si encima tenemos la suerte de que Ilaski Serrano y Klaudio Landa sean los encargados de animar la velada, que siempre concluye con algo tan donostiarra como la puntuación del espectáculo, pues mejor que mejor.