Proamagna, productora del programa de entrevistas de Bertín Osborne, tuvo la feliz idea de reunir en fechas navideñas a media docena de humoristas en torno a una mesa para hacer de Mi casa es la tuya, Mi casa. Humoristas, en el principesco marco de la mansión de Bertín en tierras sevillanas que fue el marco admirable para recibir a Paco Arévalo, Millán Salcedo, Carlos Latre, Mari Carmen/Doña Rogelia, Manolo Sarria y Fernando Esteso abanico de cómicos de distintas generaciones en las últimas décadas, de indiscutible éxito artístico.

A lo largo de casi tres horas, en la noche del lunes, Telecinco volvió a dar la campanada con esta producción amable, entretenida, con deliciosos momentos de humor, ironía y risa con poderosos manejadores de las claves del humor con variados registros que han consolidado trayectorias profesionales bien arropadas por el hacer simplón del cantante/presentador, moviéndose como pez en el agua de las biografías de estos ases de la risa.

Cada uno a lo suyo, pero entendiendo todos que había que sumar para que el suflé creciese y terminase con una apoteosis de brindis y deseos para el entrado 2017. La entrega de los regalos que el amigo invisible había dejado para cada uno de ellos fue broche apropiado del buen hacer de estas estrellas del entretenimiento.

Una realización pausada, con suaves transiciones, excelente manejo de las fotografías en blanco y negro de archivo para ilustrar pasajes de interés humano ayudó a mantener la atención de los espectadores a pesar de los abruptos cortes publicitarios que machacaron la emisión por su inoportunidad y penosa duración.

Excelente planteamiento y regalo a la audiencia, en el que primó camaradería y sentirse parte de la troupe cómica, cada uno hijo de su padre y su madre, pero todos creadores de estilos humorísticos que les hicieron reír a mandíbula batiente. Cosas de la Navidad.