Más vale tarde que nunca. Así reza el refrán cuando se trata de plasmar de manera expresa la opinión que genera la toma de una decisión o la plasmación de un hecho que se veía como absolutamente necesario y que, sin embargo, por diversas razones nunca se ha plasmado en algo concreto.
Y esto es lo que ha ocurrido con la iniciativa que ha puesto en marcha el Departamento de Desarrollo Económico, Medio Rural y Equilibrio Territorial de la Diputación Foral de Gipuzkoa para recuperar el talento de aquellos profesionales guipuzcoanos que, por causa de la crisis y de la ausencia de oportunidades en el mercado laboral, tuvieron que hacer sus maletas y marcharse al extranjero o a otros puntos del Estado y que, en este momento, con el cambio de situación y repunte económico que se está produciendo, estarían dispuestos a volver para trabajar en empresas guipuzcoanas.
Con este motivo, y aprovechando que muchos de esos guipuzcoanos van a volver a casa para celebrar las fiestas navideñas con sus familias, el departamento liderado por Ainhoa Aizpuru ha convocado para el próximo martes, día 27, en el parque tecnológico de Miramon, el Gipuzkoa Talent Forum que tiene como objetivo conectar a las empresas más importantes y punteras del territorio con aquellos profesionales que quieren regresar en busca de nuevas oportunidades.
La convocatoria, que está abierta a cualquier profesión y especialidad, va a servir para que esos profesionales, que abandonaron Gipuzkoa hace algunos años por la ausencia de expectativas laborales, puedan conocer de primera mano las oportunidades de trabajo que en este momento ofrecen las empresas guipuzcoanas, a través de un contacto directo con las empresas tractoras y de gran desarrollo del territorio, los centros tecnológicos y las startups que se están desarrollando.
Se trata de que esos profesionales conozcan de primera mano la realidad económica que existe ahora en Gipuzkoa, al tener constancia de que a sus lugares de residencia nos les llega información cualificada del territorio y de la situación económica en la que se encuentra Gipuzkoa, por lo que desconocen la realidad del mercado.
El crecimiento que está teniendo el mercado laboral en Gipuzkoa por el aumento de la actividad de nuestras empresas, que se traduce en previsiones de incremento sostenible del PIB para los próximos años, ha provocado que ya no sea tanta la diferencia salarial que había hace cinco o seis años entre el mismo puesto de trabajo en el extranjero y que el que ofrecían aquí, al margen de todo tipo de incertidumbres existentes. La situación, afortunadamente, ha cambiado, pudiéndose dar casos en los que los niveles salariales puedan ser parejos y, en otros, donde una pequeña disminución puede ser compensada con vivir en casa, tener una calidad de vida mejor que en cualquier ciudad europea y contar con unos ratios de bienestar social de alto valor.
El Gipuzkoa Talent Forum va a poner de relieve también la necesidad de poner en marcha una estructura consolidada que actúe a modo de red con todos los guipuzcoanos que trabajan fuera y que quieran venir para que puedan conocer las oportunidades de trabajo que tienen en el territorio y, de la misma forma y en el futuro, con aquellos extranjeros que quieran venir porque su perfil pueda encajar con las demandas de nuestras empresas. Se trata de repatriar el talento de los guipuzcoanos que se nos han ido para asegurar la competitividad de nuestras empresas y, en definitiva, el crecimiento de la economía guipuzcoana.
El modelo ya está sobradamente testado, gracias a la experiencia demostrada durante los últimos diez años por Bizkaia Talent, una organización dependiente de la Diputación Foral de Bizkaia que se dedica a ayudar a las empresas, centros tecnológicos, asociaciones, fundaciones, etc., del territorio que quieran contratar o quieran vincular a su organización a personas altamente cualificadas en determinados sectores estratégicos como la biociencia, aeronaútica, automoción, energía, fabricación avanzada, etc.
La iniciativa servirá también para tener un censo si no real, sí aproximado, de todos los guipuzcoanos de cualquier ámbito que trabajan fuera de Gipuzkoa para, de esta manera, conocer de primera mano la oferta que una empresa pueda disponer a la hora de cubrir sus vacantes y evitar también la situación paradójica que se ha producido de tener que acudir al extranjero, ante la ausencia en el mercado local de los perfiles requeridos, y, a la hora de realizar la convocatoria en un país europeo, saber que el 34% de los candidatos que se presentaban eran oriundos del territorio.
A pesar de esa ausencia de censo, parece, por pura intuición, que los profesionales guipuzcoanos han optado por países europeos como Alemania, Francia, Inglaterra, Suecia o Noruega. También Estados Unidos ocupa un lugar importante y, por debajo, Asia y Sudamérica, en concreto, México, Brasil y Colombia.
Las grandes posibilidades que existen de atraer talento a Gipuzkoa se complementan con la gran vocación emprendedora que existe en el territorio, donde ocho de cada diez proyectos empresariales innovadores de base tecnológica presentados en la última década permanecen activos en sectores estratégicos como las biociencias y salud, la fabricación avanzada y la energía. Partir de un total de 496 proyectos presentados en estos diez años habla mucho del nivel innovador que existe en Gipuzkoa como base para su desarrollo futuro y competitividad en un mundo cada vez más globalizado.
Un magnífico balance de los diez años de andadura que ya lleva Bic Gipuzkoa y que se ha convertido en el único referente a la hora de apoyar y acompañar a esos emprendedores que, a pesar de la crisis, no han desistido en desarrollar sus proyectos, en algunos casos, desde su propia experiencia adquirida en las empresas donde han trabajado.
Tiene razón la directora general de Bic Gipuzkoa, Marisa Arriola, cuando afirma que el aumento de los proyectos innovadores que se presentan y el valor de las ideas que incorporan son los cimientos del futuro de Gipuzkoa. Si a este ecosistema startup que es Gipuzkoa, incorporamos el talento de los muchos guipuzcoanos que se han formado en el exterior a nuestras empresas, no es descabellado afirmar -como dice algún conocedor de estos asuntos en un plano optimista-, que Gipuzkoa pueda convertirse en el Silicon Valley de Euskadi. Tiene empresas, centros tecnológicos, universidades con vocación investigadora, infraestructuras, calidad de vida, seguridad, altos niveles de bienestar social, un clima suave.... Elementos que conforman en su conjunto el mejor entorno para poder investigar, emprender y desarrollar nuevos proyectos empresariales.
De la misma forma que hay gran curiosidad por saber cuál va a ser la respuesta que el Gobierno del PP va a dar a la iniciativa parlamentaria del diputado del PNV por Gipuzkoa, Iñigo Barandiaran, para conocer qué va a hacer el Gobierno de Rajoy para resolver la falta de personal que existe en las delegaciones del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) de Gipuzkoa y que puede dar lugar a un colapso en la prestación de servicios a los ciudadanos en muy corto plazo, tal y como ha denunciado NOTICIAS DE GIPUZKOA. En paralelo, el diputado Barandiaran ha presentado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados en la que se insta al Gobierno español a dotar de más personal a estas instituciones para que los ciudadanos tengan el servicio que merecen y que, como contribuyentes, pagan.
Si el Estado no funciona, como parece evidente, y está claro que no responde a las necesidades de los ciudadanos, la transferencia de esta competencia parece evidente, no porque el Gobierno Vasco lo vaya a hacer mejor -que a la vista también está-, sino porque le corresponde, tal y como recoge el Estatuto de Gernika.
Por último, la exposición que se ha inaugurado esta semana en el museo Oiasso de Irun sobre el legado artístico y cultural de Porcelanas Bidasoa -siete años después de su liquidación-, me llena de estupor cuando se pone en valor de manera pública unas piezas únicas que forman parte del patrimonio de los guipuzcoanos, -ya que ese activo fue donado a la Diputación de Gipuzkoa por la empresa a cambio de la deuda que tenía contraída-, y, sin embargo, los responsables de la Hacienda foral en el año 2009 no fueron capaces de dar una salida imaginativa a su situación y obviaron el valor cultural que encerraba, salvo su cierre a cambio de la recalificación de sus terrenos para construir viviendas.
Hoy cuando algunos dicen que van a un restaurante y levantan el plato para ver si en la base tiene el anagrama de Porcelanas Bidasoa como muestra de orgullo y de recuerdo de una empresa creativa y que tenía un buen producto, habrá que recordarles dónde estuvieron para que una compañía, que fue tratada como industrial, cuando no lo era y -a la vista está la exposición que se muestra hoy en Irun-, haya quedado reducida a la nostalgia.
Al igual que en el año 2009, sigo diciendo que si Porcelanas Bidasoa en vez de estar en el barrio de Ventas de Irun, hubiera estado al otro lado de la muga, en este momento esa empresa no se hubiera cerrado y hubiera sido un gran referente en el sector de la vajilla en Francia, tanto desde el punto de vista industrial como creativo, al igual que lo son Limoges y Sevres. Simplemente por una cuestión de sensibilidad.