El programa de La 1 de TVE En tu casa o en la mía es un acierto en su segunda temporada gracias al estilo personal e intransferible que cada entrega tiene en las noches de los miércoles, pudiendo enfrentarse a los productos de la competencia, que tampoco se esfuerza demasiado en programar series de éxito que polaricen al personal o realities que arrasen en mitad de la semana.
En sus inicios, la apuesta tenía mucho de arriesgada con un Bertín Osborne dado a la ligereza y simplicidad pero que ha sabido sacar un fondo de poso, espontaneidad y gracia para afrontar cada entrevista como un ejercicio singular e irrepetible, y los casos de Los Morancos, Carlos Herrera, Mariló Montero, Arturo Fernández y Adolfo Suárez, hijo, son algunas piezas mayores de una manera especial de encarar la entrevista, género televisivo de larga tradición y explotación mediática.
En tu casa o en la mía, como su título indica con meridiana claridad, no es una entrevista en directo, sin interrupciones y en el plató de una cadena de tele. No es una entrevista televisiva al uso en las parrillas de programación. No es usual, tradicional y habitual, sino más bien ejercicio de riesgo, edición y relato que cada noche se muestra fresca, diferente y apetecible. Es como una serie, rodada con mimo y delicadeza, cuidando los detalles y acertando en el sabio montaje o edición de tomas suculentas para construir un personaje de carne y hueso, que maneja con extrema habilidad Bertín Osborne, cuya presencia y aroma es clave del éxito.
TVE ha dado con la tecla conveniente en la jungla de las audiencias y la tele pública puede sacar pecho en la angustiosa cerrera por los números de televidentes. Ofrecer una entrevista semanal montada es, visto lo visto, adecuado método para descubrir el fondo de la persona que se esconde tras la careta del personaje.