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Los caimanes no se muerden entre sí

el proceso de fusiones y absorciones en el sector audiovisual parece estar concluido, cimentado y amarrado in saecula saeculorum, con pingües beneficios para Mediaset y la cadena de Planeta. Vasile y Carloti concentran el negocio de la tele y las cadenas absorbidas cumplen un papel más o menos relevante en la dinámica del mercado, ofertando lo importante en las cadenas-base A3y T5y jugando a encajar, con mayor o menor acierto, Cuatro y LaSexta. El resto de las televisiones, que son miríada, no entran en este asunto del reparto de la audiencia y el parné. Son secundarias sin relumbrón. El temor a la desaparición de alguna de las marcas por necesidades de este ajuste de la oferta se ha esfumado gracias al ingenio y capacidad programadora de los profesionales de la tele privada, que han sabido mantener lo bueno, potenciar lo mejor y eliminar lo malo de sus parrillas. Del conjunto de los Fórmula 1 televisivos, la que de momento sale mejor parada es Cuatro, que ha tenido que girar de una estética y formatos alimentados a la sombra de Canal Plus a una tele más estilo mamachicho que gusta en los despachos ejecutivos de Mediaset. Lo deLa Sextaes un misterio de la fusión Lara-Emilio Aragón, con Contreras en la sombra, que raya con la incongruencia, ante la línea informativa deA3y la de su compañera de accionariado,La Sexta, haciendo cosquillas al poder pepero y rozando el larguero; y no creo que a Lara le gustaría que se la jugaran con un choque en los despachos presidenciales y llevan camino de ello. Debe ser que las ganancias de la fusión amortiguan estas pequeñeces de periodistas embravecidos que buscan la verdad y persiguen la mentira. Lo dicho, mucho circo y desafío mediático por la competencia y tranquilidad absoluta con los ingresos pactados para reducir los beneficiarios de la televisión ¡Sabios que son ellos!