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Reflexión

Hace poco leí que no sé quién "reflexionaba" sobre no sé qué en no sé dónde. Era un artista que había colocado algo en alguna parte. Vamos, había creado -digo yo- algo y lo había puesto en un lugar visible. Eso, según leí, es "reflexionar". No recuerdo en concreto sobre lo qué "reflexionaba", pero reflexionaba. Es precioso. Y tiene mucho mérito. Porque si hacer flexiones ya es duro, doblar la carga y reflexionar -y a la vista de todos- ya tiene que ser increíble, de quedarte mirando aquello y triflexionar. Yo de mayor quiero reflexionar sobre algo, ya reflexionaré de qué, aunque como soy muy niño aún primero tendré que pasar la fase de las flexiones. Que me dan una pereza? La cultura es que es así: insólita. Cualquiera no vale, ni para hacerla ni para contemplarla. A mí me pasó una vez, que me metieron -atao de pies y manos y con un pañuelo que olía a cloroformo en la boca- a un museo y al fondo de una sala repleta de chinos y jubilaos de Tudela estaba la Gioconda en enano y tuve una revelación o reflexión: se está partiendo el culo de todos nosotros. Desde entonces prácticamente no hago más que ir a los museos, a ser posible si hay chinos y tudelanos, que hicimos amistad. Vamos en busca de más revelaciones y reflexiones similares y si el museo además huele a sudor y hay café de máquina ya flipamos. Me encantan los museos, aunque ni miro los cuadros. Oigo las interpretaciones, miro a los que miran, fumo a escondidas en el baño, me rasco el gemelo izquierdo con la punta del pie derecho, reflexiono... Vamos, lo que se hace en los museos. Pero tengo que recuperar aquel artículo, para ver sobre qué reflexionaba aquel tipo. Siempre suele ser sobre algo así como grande, tamaño polígono industrial: el vacío, el amor, el futuro, el dolor, la culpa, Falete. ¿Admiten grupos?