Quiero poner en conocimiento de la opinión pública la curiosa actuación de dichos Servicios que hacen que escritores de distopías como George Orwell (1984) queden como meros nóveles. He tenido la desgracia de sufrir a una hija con unos muy graves problemas de adaptación social a pesar de vivir en un entorno social y familiar educado y acomodado. Dichos problemas me superaron y la Diputación se hizo cargo de ella con serias dificultades para su educación. La cuestión es que, superado aquello, hoy estoy felizmente embarazada y cuál es mi desagradable sorpresa cuando un responsable de la Diputación me comunica por teléfono y sin aviso previo que conoce mi estado y que voy a ser “vigilada” (se entiende sobre mi relación como madre con esta criatura a nacer). Mis preguntas: ¿Quién es la Diputación para empezar a disponer vigilancia alguna sobre una persona todavía no nata? ¿Quién es la Diputación para asustar y amedrentar a una madre sobre el futuro de un hijo aún no nacido? ¿Cuál es realmente el interés de esa Diputación al centrarse en un ser que aún no ha amanecido en este mundo? Las respuestas a estas preguntas pasan por plantearse cuál es el último fin de dichos Servicios... ¿a disposición de todos los guipuzcoanos?