Tomando la frase de Cicerón de la Primera Catilinaria para evocar a Pedro Sánchez, y en vista de los problemas que se le van acumulando y su escasa capacidad para hacerles frente, aparte de su retórica inútil que ya no convence a nadie, habría que sugerirle si le merece la pena la vida tan angustiada que lleva y si no le convendría buscarse una eléctrica para descansar y dar conferencias como Felipe y Aznar, que es cuando obtienen productividad. Pues ahora tiene que bregar con Iberdrola y rezar para que se produzca el milagro de que el precio de la luz baje repentinamente al anterior a la pandemia, según se comprometió. Tiene que enfrentarse a una oposición impresentable que le controla y paraliza a base del circo que montan en el Congreso. Siendo el PSOE republicano, como presidente tiene que estar defendiendo al preparao y a su padre huido en la paradisíaca isla de Zaya Nurai, en EAU, con cargo al presupuesto. Intentar salir de la pandemia con las mínimas heridas posibles, pues empeora gracias al bloqueo de los jueces. Tuvo que lograr la investidura y ahora los presupuestos con los votos separatistas porque los constitucionalistas no le dan ni agua. Los jueces están amotinados, le recurren las leyes y paralizan el gobierno. Además, estar al quite y rescatarles del ridículo cuando en Europa los tribunales les rechazan sus “ingeniosas” sentencias. Necesita que se le aparezca la virgen para contentar a catalanes y vascos, que son insaciables pidiendo, a base de darles todo lo que piden. Su marcha a una eléctrica sería comprendida por el ingenioso pueblo español que tantas pruebas de paciencia ha dado durante el franquismo y ahora de agudeza en la Transición.