Tengo el máximo respeto y admiración por el difícil trabajo que le toca desempeñar a un colegiado en los campos de fútbol. Sin embargo, tenemos árbitros a los que les gusta el protagonismo y uno de ellos es Melero López. Este colegiado tiene por costumbre la interpretación del reglamento a su antojo y lo pudimos comprobar en Anoeta. La primera mitad parecía haber olvidado en el vestuario el silbato y en la segunda cambió por completo de criterio. llevándose un protagonismo excesivo que en nada benefició al juego. Mal árbitro para dirigir un partido donde un equipo proponía jugar al fútbol y el otro equipo destruirlo. Estos árbitros hacen mucho daño al espectáculo. En su afán de notoriedad, pretenden ser los protagonistas, cuando en realidad debería ser lo contrario.