Se queja el portavoz de los obispos de que se ponga el foco en la Iglesia a la hora de hablar de los abusos, cuando representa el 0,8% de los casos. Así, no, señor obispo. No debería compararse con otros. Ya sabe aquello de “mal de muchos...”. Pero, vale, le compro su malestar, aunque vamos a analizarlo: según las últimas estadísticas, en España hay 37.286 religiosos, tres cuartas partes mujeres y una cuarta parte, hombres. La población española es de 47.394.223. Si descontamos a los menores de diez años -que no cometerán abusos sexuales y es lo que el INE me permite consultar-, nos queda una población de 43.087.088. El porcentaje de religiosos sobre esa población es del 0,087%. Parece que, sin saber cuántos casos se quedan sin denunciar por múltiples causas y conflictos éticos/religiosos, los abusos en la Iglesia son casi diez veces superiores a lo que deberían ser. Tal vez esto tenga que ver con el celibato religioso, no lo sé, pero, al menos, deberían meditar sobre ello.