Bien sabemos que el titular no es correcto, ya que no ha habido fiestas. Algunas veces pienso que el hombre se comporta, no siempre, como el peor de los animales. Visto lo visto, ¿qué decir de este verano festivo? No quiero citar ningún pueblo ni ciudad, ya que se está generalizando la orgía del cachondeo. Sé que es de unos cuantos y no de la mayoría. Junto a la actitud negativa e insolidaria de enfrentarse a nuestras fuerzas de orden público como la Ertzaintza, Policía Municipal, etc. Me parece demencial. Digo lo mismo de los crímenes machistas. ¡Qué vergüenza como hombre y como persona! Hay una frase que se atribuye al artista y científico florentino del siglo XV Leonardo da Vinci: “Verdaderamente, el hombre es el rey de los animales, pues su brutalidad supera a la de estos”. Este pensamiento de Da Vinci es palpable cuando uno contempla la brutalidad de algunos crímenes. Hay crímenes pasionales, vengativos o de terrorismo cuya brutalidad supera en mucho a la de los animales más feroces. En estos casos, el hombre es peor que el animal. Sin duda, superamos a estos porque el ser humano añade a la brutalidad la malicia. El animal enfurecido es brutal, pero no malo. En cambio, el hombre ejercita la brutalidad con saña. Aquí cabe recordar lo que afirma la aventurera francesa del siglo XIX Flora Tristan: “Dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres”.