El precio de la luz está alcanzando unos límites insospechados y, además, indecentes. Y, mientras tanto, los partidos políticos mayoritarios echándose mutuamente las culpas de todo, el consabido y tan típico "y tú más..." cuando, en realidad, estarían más guapos con la boca cerrada. Además, dejan a la ciudadanía a los pies de los caballos cuando mucha gente no puede hacer frente a las facturas de las eléctricas. Pero, ironías de la vida, abandonan a esa ciudadanía y, sin ningún tipo de rubor y con toda la cara del mundo, les piden el voto cuando llegan las campañas electorales. ¡En qué manos estamos!