nte el tercer aniversario de la salida a la calle de las personas pensionistas en defensa de unas pensiones públicas dignas y justas, y viendo que las recomendaciones del Pacto de Toledo (PT) fueron aprobadas por el Congreso el 19 de noviembre de 2020, quisiéramos hacer estas consideraciones y diferenciar estos puntos:1) Aquellas que atañen directamente a las personas actualmente jubiladas o pensionistas:-El Pacto de Toledo (PT) mantiene la capacidad adquisitiva al garantizar la subida de las pensiones según el IPC. A señalar que ningún grupo del PT se ha opuesto a esta medida, lo que dice mucho a favor de las movilizaciones de los pensionistas.-Se ha avanzado en la sostenibilidad del sistema público, al sacar de la hucha de las pensiones los gastos que no son propios del mismo, una parte en 2021 y el resto en 2022.-El factor de sostenibilidad está suspendido hasta 2023, no sabemos si en esa fecha se optará por otra alternativa. No hay cambios en las pensiones mínimas.2) Aquellas que atañen a los y las futuros pensionistas, algunas de las cuales ya se venían aplicando a consecuencia de las reformas de 2011:-Aumento de la edad de jubilación de 65 a 67 años-Aumento del periodo de cotización hasta 37 años y tres meses.-Ampliación de la base reguladora para el cálculo de la pensión, pasando de 15 a 25 años.-Acortar distancias entre la edad real de jubilación con la edad legal (67 años) gravando, para ello las jubilaciones anticipadas.-Alargar la jubilación más allá de los 67 años, concediendo incentivos para ello.El Pacto de Toledo no hace mención al factor de revalorización, aunque el ministro Escrivá propone aumentar a 35 años los años de cotización, lo que en la práctica supondría una bajada de la pensión. De momento, en la documentación que el Gobierno ha enviado a Bruselas no aparece este aumento.Se pretende que, a través de la negociación colectiva entre empresas y sindicatos, se complementen las pensiones públicas con aportaciones privadas. Y que se ofrezcan ventajas fiscales para ello. Esta medida en realidad beneficiaría a los mejores salarios, ya que mientras persistan los niveles de precariedad e inestabilidad laboral actuales, la mayoría de los jóvenes y las mujeres no tendrían capacidad de ahorro. Corresponde a los sindicatos oponerse a esta medida en la negociación colectiva.Las personas pensionistas hace tres años salimos a la calle con nuestras reivindicaciones. Consideramos que hemos avanzado, pues parte de ellas se han conseguido. Sin embargo, la subida de las pensiones mínimas queda pendiente. Para nosotros es la reivindicación más importante. Por justicia y por solidaridad, consideramos que la pensión mínima debe llegar al menos al Salario Mínimo Interprofesional para asegurar una vida digna. La subida de las pensiones mínimas contribuiría al bienestar de muchas personas que en la actualidad no llegan a fin de mes y, además, reduciría la brecha de género.Quedan otras muchas reivindicaciones que atañen a las personas asalariadas o desempleadas actuales (futuros pensionistas). Corresponde a sus organizaciones, entre ellas los sindicatos, definir sus reivindicaciones y liderar las movilizaciones encaminadas a conseguirlas. Como organizaciones de pensionistas podemos solidarizarnos y apoyarlos. Sin embargo, pensamos que debemos diferenciar los dos ámbitos: las cuestiones que nos atañen hoy directamente y las que corresponden a los futuros pensionistas.Llamamos a la movilización: para asegurar lo que ya se ha conseguido, para que decisiones unilaterales del gobierno no supongan nuevos retrocesos. Para asegurar que todas las pensiones se equiparen al menos al SMI (Salario Mínimo Interprofesional). Importante: es clave actuar con mucha prudencia, responsabilidad y cumplir las normas de seguridad y salud.