En el fútbol se tienen momentos dulces de juego y resultados. También genera expectativas que se desvanecen en cuanto los resultados no acompañan. Algo de ésto está sucediendo con la Real, el equipo era líder durante el primer tercio de la liga y algunos pensaban ganarla. Con muchas jornadas sin ganar entran las dudas en la afición y lo que antes era perfecto ahora estamos nerviosos. La Real tiene mentalidad de atacar más que defender y no se discute la calidad de los jugadores. El debate está sí defiende bien o regular y algo tendrá que ver el estilo de juego que ha imprimido Imanol. Las notables incorpaciones de los dos últimos años han sido jugadores de ataque y la retaguardia ha quedado debilitada en opinión de muchos aficionados. La Real practica un fútbol creativo y vistoso para el espectador pero le falta efectividad para ganar muchos partidos. Tiene bonito equipo, pero necesita seguridad defensiva para ser bueno. Aunque lo parezca, no es lo mismo ser bonito que bueno.