arece como, si, de repente, un sol luminoso se hubiera trocado en una penumbra insoportable, un optimismo desmesurado en un llanto y rechinar de dientes y, lo que es peor, toda la confianza y elogios dirigidos al oriotarra en un mar de escepticismos, cuando no de amenazas veladas sobre su continuidad, todo ello consecuencia del devenir de la Real Sociedad en los dos últimos meses.Y esto después de que con el antedicho el equipo txuriurdin consiguiera la temporada pasada entrar en la Europa League y llegar a la final de Copa, amén de haber optimizado el valor y sentido de la cantera como nunca se ha conocido por estos lares, no sé si en calidad, pero si en cantidad.Así que vamos a sosegarnos todos y, por supuesto, sin olvidar la Liga, llegar en la mejor situación tanto física como mental al cuatro de abril, para, de esta forma, dar el golpe de mano que todos deseamos, tanto por el trofeo a disputar, de los de verdad, como por el rival al que nos vamos a enfrentar.Postdata: El VAR da y quita. Ha llegado para quedarse y va a ser bueno para el fútbol, pero siempre que su protocolo sea claro y diáfano y no como hasta ahora que plantea más dudas que el del cálculo del Cupo que el Gobierno Vasco debe satisfacer al Central, además de generar antologías del disparate como la sufrida por la Real Sociedad en el Benito Villamarin.