En los tiempos que corren, hasta parece cursi y desfasado. Y tal vez lo sea, pero yo quiero romper una lanza por estas cursilerías que traen más luz, más música sin tanto ruido, más tendencia a reunirse con los que más quieres, con los amigos y la familia aunque sea virtualmente. Por el aire camina lento, flota un vaho de amable sonrisa y abrazo en estos días, aunque sea por razones comerciales, ya que todo es vender y comprar, como si en ellos nos fuera la vida. Pero también hay algo de verdad en los sentimientos, que los que venden aprovechan para azuzar y hacen bien ¡qué puñetas!, que a nadie le estorba un dulce. Otra cosa es que muchos se lo pueda comprar. Que hay muchos que todavía duermen en la calle al frío de la noche y muchos en las UCI, entre la vida y la muerte. La vida y la lucha por ella. En fin, Navidad, dulce Navidad para algunos, entre los que me gustaría encontrarme y te incluyo a ti, a vosotros todos los que deseamos vivir entre el gozo a pesar del dolor.