... depende el destino de todos. Una buena frase que podíamos aplicarnos en estos tiempos que corren. Todas y todos conocemos al dichoso bichito que nos acecha, desde gobernantes y dirigentes de naciones, autoridades sanitarias del más alto nivel, hasta el más humilde de los ciudadanos. A estas alturas del partido deberíamos ya conocer o saber (jóvenes y no tanto) nuestras responsabilidades, a cada cual la que nos corresponda, ante lo que parece una carrera desatada de molesto bichito. También no deja de ser menos cierto que desde el inicio todo ha sido una carrera de desatinos y palos de ciego (imagino por desconocimiento o alcance de lo que se nos venía) por aquellas autoridades sanitarias a las que suponíamos preparadas. Ya han pasado unos cuantos meses, tuvimos confinamiento y restricciones, cada cual le rezó y elevó sus plegarias o mantras a quien mejor quiso o pudo y hasta aplaudíamos a unos héroes anónimos para después ver -no quiero pensarlo- que no había servido para nada. Debemos repensar nuestras conductas por el futuro, por el destino de todas y todos.