Hay quien dice que el emérito ha prestado grandes servicios a España. Los panaderos que se levantan a las tres de la mañana, para hacer el pan no tienen menos mérito que quien cada cuatro meses pronuncia un discurso que le ha escrito otro. Cada uno tiene su misión y cobra por ello, los reyes también. El día que se dediquen avenidas a los albañiles que se juegan la vida subidos a un andamio o a los sanitarios que se la juegan (y la pierden muchos) en un hospital encontraré un mérito en quien no tiene más ídem que ser hijo de quien fue hijo de quien fue hijo de quien lo fue antes.