En relación a la crónica publicada en este diario con fecha 17-06-2020, en la que el Sr. alcalde de Donostia informaba de los inmediatos proyectos urbanísticos con respecto a la segunda fase de Txomin (demolición de la prisión de Martutene) y el Infierno me gustaría dar mi opinión al respecto. Considero a todas luces que se debería priorizar las obras del Infierno. ¿Por qué? Por mucho que al contrario de Txomin es una zona altamente degradada, es exageradamente insalubre (basura, ratas...), proclive a cualquier tipo de incidente como el que ya ocurrió el año pasado (un incendio, un muerto), moradores incontrolados y actividades fuera de la ley y porque es una absoluta vergüenza que una de las principales entradas a la Bella Easo ofrezca dicho aspecto a los visitantes de esta ciudad. Si encima son gente de fuera que conoces se te encoge el pecho, la verdad sea dicha, siento vergüenza ajena cada que lo veo. Agilícenlo por favor. Un saludo de un vecino