Si bien es una apreciación subjetiva, hoy se detecta en nuestros jóvenes una gran falta de educación, base fundamental del respeto, que hoy tanto echamos en falta. La educación es lo que queda cuando uno se olvida de todo lo que aprendió en la escuela, y quizás hoy tengamos olvidado impartir en los colegios esta asignatura tan importante. El comportamiento ético de un hombre, debiera estar basado en la empatía, la educación y los vínculos sociales. De Einstein es la frase de que vivimos en el mundo cuando amamos. Solo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida, y añadía que los ideales que iluminaban su camino una y otra vez me han dado coraje para enfrentar la vida con alegría han sido: la amabilidad, la belleza y la verdad. Sin embargo, nos hemos cebado con el sexo, y nos lo hemos cargado, con programas que no hacemos más que dar pistas a nuestros adolescentes, con lo que los embarazos aumentan de una forma preocupante. Debemos dejarles en paz, que ellas jueguen con sus muñecas, y ellos que le lean a Juan Centella, El Hombre Enmascarado y a Roberto Alcázar y Pedrín, que de no existir ya en las librerías, habría que pedir que se reeditaran.