Ya han empezado las listas. Listas de las canciones más escuchadas, de las mejores películas, de los discos más vendidos, de los programas más vistos, de las noticias más seguidas. Te pegas diciembre entero con eso. Yo estos días me entretengo viendo cómo los que usan Spotify cuelgan en sus redes la lista de los 5 o 10 artistas que más han escuchado en 2024, de los cuales, por cierto, no suelo conocer ni a un 10%. Debe de ser una especie de chapa que te cuelgas en la chaqueta: esto oigo yo, así que imagino que esto soy más o menos. ¿Lo que oyes te define también ahora? Ni idea, antes sí. Antes había heavys, pijos, punkis, grunges, mods, góticos, indies, borrokas, etc, etc. Todavía quedarán, claro, pero supongo que más difuminados en mitad de las grandes tendencias actuales, que hacen que todo sea mucho menos preciso. O eso creo. Para mí que antes la peña era más militante de lo suyo y se llevaba el pack completo: música, ropa, lenguaje, actitud. Hasta clase social. Me da que ahora hay mucha más mezcla, aunque lógicamente quedan grupos claramente diferenciados unos de otros. Y luego están –como estaban antes– aquellos y aquellas a los que no había manera de meter en ningún saco porque les gustaba picar de montones de salsas y en términos de moda eran bastante planos, que lo mismo les daba salir con la misma camiseta todo el año. Digo yo que quedarán de esos, por supuesto. A mí ese sector me caía bien, tal vez porque era en el que más me veía, aunque a mí me caían muy bien los heavys. Ni idea por qué. Si tuviese ahora 20 años no sé en qué lugar estaría, ni qué escucharía, ni si tendría la necesidad de mostrar mis cinco artistas más oídos para mostrar cómo soy. Bueno, qué gilipollas, claro que lo haría. Me pegué años y años con camisetas de los Dire Straits. A mí los Dire Straits me salvaron la vida. Si no se tienen obsesiones y necesidad de pertenencia a los 18, ¿cuándo?