Me zampé en un par de días la nueva novela en la que ha tenido que ver Ander Izaguirre, ciclista donostiarra que en sus ratos libres es escritor, ya sea de libros, cuentos, columnas o artefactos, donde brilla a una altura con poca comparación en el país. Se llama Subcampeón, escrita a cuatro manos con el protagonista, el ex futbolista de la Real Sociedad y seis o siete equipos más Zuhaitz Gurrutxaga. Es un ejercicio cronológico amenísimo que ya desde que narra su nacimiento en 1980 te pone un nudo en la garganta y que va avanzando a la vez que su vida mientras se va convirtiendo en un joven futbolista profesional que al poco tiempo de estar en la cumbre sufre toda una serie de problemas mentales que le abocan a una caída a las cunetas bastante dura. El libro narra eso, con una gran fluidez -compleja cuando se ofrece tanto detalle deportivo y tanto detalle futbolístico-, con la honestidad y la valentía de quien ya lleva varios años de monologuista de pueblo en pueblo con un espectáculo en el que también se desnuda vitalmente delante del público. Amén de eso, es un eficaz antídoto ante la creencia generalizada de que el éxito solo es uno y solo tiene una cara o de que la gente que está en la cumbre es ajena a los problemas y las miserias. Además, retrata bien aspectos puntuales del País Vasco de final y principio de siglo y lo hace con la aparente facilidad que han logrado entre ambos para utilizar la primera persona. Es, en resumen, un libro que ante estas fechas de regalos recomiendo vivamente, tanto si te gusta el fútbol como si no, tanto si eres de la Real Sociedad como si no, tanto si idealizas a los futbolistas como si los detestas. Una pintura sin complejos de quien ha recorrido un camino tortuoso y te lo cuenta con el mejor de los ánimos y del humor sabiendo y reconociendo que ha sido un privilegiado por enfrentarse a eso en un buen contexto. Fantástico.