La verdad es que no sé por dónde empezar. Como sustituto -llevo pocos cursos trabajando en la educación reglada- he conocido diferentes escuelas por Navarra, Bizkaia y Araba. Cuando hablo con compañeros/as con los que he trabajado de las carencias que tiene el sistema educativo y les explico las características del recién creado grupo HezkuntzArtea, quiénes somos y qué pedimos, se suman unánimemente a todo lo que denunciamos y queremos cambiar.
1. Digitalización:
¿Cuál es la razón por la que se han introducido tantas pantallas digitales en las aulas? ¿Son beneficiosas para el alumnado? ¿Realmente creemos que se puede aprender a leer y escribir a través de una pantalla?
El uso incontrolado de las herramientas digitales provoca numerosos daños en los niños, niñas y adolescentes (cada vez hay más investigaciones en relación a este tema), como, por ejemplo, problemas en las relaciones familiares y amistades, en el rendimiento escolar (el declive de las habilidades de lectura, escritura y matemática ha sido enorme), en la concentración, en la obesidad, en el desarrollo del sistema motor y cardiovascular, en la calidad del sueño (si no se duermen las horas necesarias, influye negativamente en la memoria, en el sistema inmunitario, en la autorregulación y en la gestión de las emociones) y, en definitiva, en la esperanza de vida.
No obstante, con esto no quiero decir que haya que hacer desaparecer de las escuelas los programas digitales (Word, PowerPoint o Excel por poner algún ejemplo), Internet y los ordenadores; pero siempre actuando con sentido común, y utilizando estas herramientas no más tiempo del establecido por los diferentes estudios científicos existentes en el tema, con el objetivo de no causar daño en el aprendizaje del alumnado.
Hay miles de estudios que concluyen que el uso indiscriminado de las herramientas digitales en el aula y fuera de ella, causan daño en los y las estudiantes, y, cuando digo miles, no es una exageración. El doctor en neurociencia y director de investigación del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia, Michel Desmurget, en el libro La fábrica de cretinos digitales. Los peligros de las pantallas para nuestros hijos, cita más de mil referencias bibliográficas compuestas por estudios y artículos científicos.
2.Renovación pedagógica continua y no demostrada
En los últimos años, en el estado se han puesto en marcha tres nuevas leyes educativas, a veces provenientes de la izquierda y otras de la derecha. Con la aplicación de cada una de ellas, siempre se ha producido un aumento de las competencias en detrimento de los conocimientos. Eliminan contenidos e imponen competencias que tienen un nivel de concreción tan grande que hacen casi imposible su evaluación.
Pero, ¿cuál es el significado de las competencias? ¿Quién las entiende? ¿Qué significa aprender a aprender? ¿Y enseñar a enseñar? ¿Qué se aprende y se enseña con aprender a aprender y con enseñar a enseñar? ¿Cómo se evalúa aprender a aprender? ¿Hemos perdido el juicio?
Además, junto al vaciado curricular, han aparecido algunos gurús de la pedagogía que dicen que todos los conocimientos están en Internet. Pero lo único que podemos encontrar en Internet es información. Para que se pueda producir la transmisión de conocimientos, los contenidos y el papel del docente son imprescindibles. Estos aficionados a la pedagogía que se presentan ante la sociedad como “expertos” (expertos que nunca o casi nunca han pisado un aula), quieren convertir a los profesores y profesoras en “coach”, porque, como todo lo que hay que saber está en Internet, ¿cuál debería ser entonces el papel del maestro/a?
Otro ejemplo de vaciado de contenidos de las asignaturas es el Aprendizaje Basado en Proyectos y el trabajo por ámbitos. Los proyectos, en lugar de basarse en contenidos y objetivos específicos, es decir, en conocimientos, se basan en criterios de evaluación. De hecho, los criterios de evaluación de cada materia suelen ser cualitativamente más accesibles que los contenidos.
3. Carga burocrática:
Citaré algunos ejemplos de toda la carga burocrática que tenemos que padecer en el trabajo (estoy seguro de que a muchos compañeros y compañeras les resultarán familiares):
- Programaciones infinitas de cada materia a impartir.
- Cada vez que se produce un incidente entre el alumnado, además de hablar y gestionar el problema, debemos rellenar un documento con infinidad de datos explicando claramente todo lo ocurrido.
- Memorias que tenemos que rellenar al final de cada trimestre.
- La Programación General Anual a cumplimentar al final del curso.
- El tiempo que pasamos en las diferentes comisiones en las que participamos.
- Los programas informáticos que tenemos que utilizar para la evaluación son muy difíciles de entender, se necesita mucho tiempo para poder cumplimentar todos los datos, y, a veces, no funcionan.
4. Mercantilización de la educación:
Todo lo expuesto anteriormente no son más que los pasos para llegar a conseguir el fin (¿de la educación?), que no es otro que la mercantilización de la educación. ¿Cuál es, si no, la razón por la que el Gobierno Vasco compra programas informáticos sin control? ¿Por qué han vendido los datos de los alumnos/as a Google a cambio de usar un servicio como Workspace? ¿Dónde queda su privacidad? ¿Qué interés pueden tener las grandes empresas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Mundial (MB), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Ministerio de Ciencias de la Educación para gastar una enorme fortuna en la educación de los y las estudiantes? ¿Qué provecho sacan? ¿Pensamos realmente que las entidades privadas tienen como objetivo la calidad de la educación de nuestros hijos e hijas? Teniendo en cuenta todo lo explicado anteriormente en relación a la digitalización sin control en el aula, la carga burocrática que tenemos que padecer el profesorado y las metodologías “salvadoras”, es evidente que el único interés que les mueve es el económico.
Dicho todo esto, si los maestros, maestras, profesores y profesoras identificamos todas las carencias y ataques que se le está haciendo a la enseñanza, y, con pequeños matices, estamos de acuerdo en la mayoría de los casos arriba expuestos, ¿cuál es entonces el porqué o la razón para no conocernos, no reunirnos y no llegar a consensos?
¡Porque queremos una escuela que garantice el derecho a la educación de nuestros alumnos y alumnas!
Izan ontsa, HezkuntzArtea!