Al parecer, no escuchamos suficientes desvaríos en el Congreso de los Diputados, así que el PP usó su mayoría absoluta en el Senado para acoger el encuentro de la Red Política de Valores (PNfV, por sus siglas en inglés), colectivo inclinado al martirologio paranoico y adalid contra el aborto, los derechos LGTBI o cualquier avance posterior a las Cruzadas. Y allí, en sede parlamentaria y sin pagar alquiler por el local, el exministro de Interior con Aznar, Jaime Mayor Oreja, abrió el asunto y dio la bienvenida con un discurso para enmarcar. Y no por sus dotes retóricas, claro. Conste que de pequeño aprendí a respetar a los mayores, pero de los Mayores Oreja nadie me dijo nada. Además, si cometo una pequeña falta no importa: a estas alturas irme a la cama sin cenar no sólo me da igual sino que incluso me conviene.

Y habló Mayor Oreja a sus acólitos y en verdad, en verdad les dijo: “Entre los científicos están ganando aquellos que defienden la verdad de la creación frente al relato de la evolución”. Imagino a Darwin retorciéndose en su tumba y pidiendo perdón al Altísimo (y a los gusanos, que estaban tan tranquilos a lo suyo) por haber mentido haciéndonos descender del mono, el muy hereje. Más sabiendo como sabía que la historia del barro, el salivazo, el vaho y la costilla arroja un axioma indiscutible: nos creó a su imagen y semejanza ergo Dios tiene costillas. Infinitas e inabarcables... y que no se rompa una, o mil galaxias desaparecerán. Y los invitados le llamaron “maestro” (“rabí” no, que queda judío).

Pero ojo con estos chicos de Opus Dei y Asociados Inc. porque han logrado cuadruplicar, sólo en Europa, la financiación para lograr sus objetivos, todos progresistas a carta cabal, claro. Y va otra perla: “El principal problema de la sociedad es el intento de reemplazar un orden social basado en fundamentos cristianos (sic) por un desorden social en el que priman modas abominables”. ¿Y el Evangelio? En el baño, con el Scottex. Y a renglón seguido depuso una comparación con la esclavitud, a la que también calificó de “moda abominable”. Con dos. Pero no sorprende que alguien como Mayor Oreja, que vivió el franquismo “con relativa placidez” -según sus palabras- obvie que Franco mantuvo de moda la esclavitud facilitando mano de obra gratuita (presos republicanos, básicamente) a constructores afines al Régimen en las obras el Valle de Los Caídos y unos cuantos pantanos de cuyos nombres no quiero acordarme.

En fin: los monologuistas, mejor profesionales y en la tele. En cuanto al Senado... ¿de verdad pretenden que nos lo tomemos en serio?