Una política asquerosa
El modo de hacer política del PP es asqueroso. Con todas las letras. Lo vi en el 24h, en directo, sin salir de mi asombro: el presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, convocó a la prensa para dar las gracias a Alberto Núñez Feijóo tras haberse interesado por la situación durante la DANA y darle paso en el micrófono. Así, no. Así no ayuda a nadie, así no coloca discurso, así no aporta nada. Al contrario: ha dejado claro, otra vez, de qué madera está hecho este PP. Y es madera podrida. Sin alma. Capaz de cualquier cosa. Se han retratado (una vez más, no sé de qué me sorprendo), que apechuguen con lo que han hecho.
La inutilidad
Me he limitado a retratar un hecho concreto protagonizado por Alberto Núñez Feijóo y Carlos Mazón, y provocado por el propio PP. Pero lo cierto es en este partido tienen un grave problema con su manera de hacer política hoy. Antes de la DANA, el propio Mazón suprimió la unidad de emergencias, y Núñez Feijóo firma pactos con Vox, un partido negacionista. En Menéame recuperaron esta noticia de julio de 2023: “Vox propone cerrar ‘agencias meteorológicas’”. Por desgracia, estamos viendo estos días, literalmente, los lodos de esas decisiones. Y no podemos dejarlas pasar.
No, no son “los periodistas”
No voy a cargar las tintas contra mis compañeras y compañeros en este día de todos los santos, no tengo alma de mártir. Al contrario. ¿Podía algún medio haber descubierto la verdadera cara de Íñigo Errejón? Doy por hecho que si no lo han publicado es porque nadie había encontrado nada publicable salvo una contradicción evidente entre los dichos y los hechos. La carga de la culpa está en otro sitio, Carlos Padilla lo expresa con claridad en The Objective: “El portavoz del partido más feminista de España y de parte del hemisferio norte resulta ser un tipo con problemas de adicción que además trata a las mujeres como objetos, y no dimite nadie”.
Aquí, tampoco
Igual que no podemos generalizar y afirmar que todos los hombres con cierto poder tratan acosan a mujeres, ni que todos los políticos consumen cocaína, no podemos hablar de “la prensa” cuando son casos aislados (uno de ellos, Vito Quiles, que de periodista solo tiene la excusa) los de las y los periodistas que creen que es una buena idea la de acosar al padre de Íñigo Errejón. Una praxis tan mala como excepcional y que, además, la profesión reprueba porque tiene dignidad. Mucha más que la que nos asignan y que la que perdemos con mierdas como la descrita. “Es morbo y deshumanización”, elevan con acierto al titular en Público.
Por pesado
En El Imparcial se preguntan: “¿Por qué no le han dado el Balón de Oro a Vinicius Junior?”, y yo tengo clara la respuesta: por pesado. No es una ligereza, es que el Real Madrid y el propio jugador (y también algunos periodistas, no podemos negarlo) han sido unos pesados anunciando (y condicionando) que el balón de oro iba a ser para él. Pero reconozcámoslo: no es tan bueno (estamos viviendo una época de transición hasta que vuelvan a surgir jugadores que hagan historia), es un provocador y sus quejas son una pelmada. Así que me sorprende que haya quedado segundo pero porque creo que su puesto debería ser peor.