Sin ser yo Rappel ni nadie que se le parezca, esta noche en La Ruleta de la suerte, Dani, un concursante malagueño de 35 años que trabaja de guía turístico, pedirá las letras L, N y T y como vocal la E. No estará la T, lo cual es una faena, pero las demás sí, lo que le permitirá tener un panel tal que así para adivinar, por un premio de 15.000 euros, la prueba final: “parque y localización”.

_ _ R _ _ N  _E  LOS  _ _OSES  Y  _OLOR_ _O

No soy adivino, ni he asistido a la grabación. El programa lleva días colgado en la sección de pago de la plataforma Atresplayer. Se pueden ver también, una semana antes de su emisión, todos los programas de La ruleta diaria para quedar bien en familia, cuando los emitan por la tele, resolviendo paneles antes incluso que el concursante de turno. Su madre estará orgullosísima de usted. Pero también se pueden ver por adelantado otros tantos programas como La Voz, para presumir en el sofá qué cantantes van a girar su asiento y qué concursantes ganarán en las batallas (anoche no pasó ninguno del grupo de Fonsi), pero también están disponibles programas de Pesadilla en la cocina, para que usted atine dónde está la rata y cuántos kilos de grasa se esconden en el extractor, y hasta algunas series por adelantado, para que juegue a adivinar las tramas con su familia como si fuera Dios.

Por unos eurillos, las teles nos muestran las cartas que llevan como en una jugada de póker sin temor a perder la mano en un mundo en que las redes sociales te hacen polvo con un spoiler cualquier programa. Tampoco es tan grave, porque ya sabe usted que, cada vez que dan un premio gordo, como el bote de Pasapalabra, son ellos mismos quienes se hartan a contarlo y te citan un día a una hora para verlo, lo que significa que el resto de días sabes de entrada que no lo van a acertar. Son las absurdas reglas del juego que nos han impuesto en un mundo en el que la tele ha perdido toda la frescura y su capacidad de sorpresa y aunque son canales en abierto premian a quien los ve en cerrado.

Atresmedia premia así a los espectadores que pagan unos eurillos por su plataforma. A falta de grandes estrenos, les ponen lo mismo una semana antes para que luego presuman en casa, si no de ser los más guapos, sí al menos los más listos, aunque sea mentirijilla. 

Particularmente, no me gusta esta medida que hace que los espectadores circulen a dos velocidades y resta audiencia al global, pero las teles están llenas de decisiones incomprensibles como que te digan cuántos minutos de publicidad tiene una pausa para que no veas a los anuncios que pagan la fiesta. Mientras tanto, por pagar su plataforma te caen como mínimo dos anuncios que no se pueden quitar. Misterios. 

PD: la respuesta del panel, si no lo ha sacado aún, es “Jardín de los Dioses y Colorado”, presuma ante su familia esta noche.