Por Gaza
Mi nombre es Ola Arafat Arafat, soy gazatí y vivo en Navarra desde el año 2002. Durante los últimos meses he perdido decenas de familiares y amigos en la franja. Por todos ellos, por cada hombre, mujer, niño y niña que ha sido asesinada, por sus futuros truncados, porque llegue de forma urgente la paz para el pueblo palestino, por todo ello te pido que me acompañes este 30 de diciembre en Pamplona.
Estos días me pregunto una y otra vez por qué Israel ha asesinado a más de 27.000 palestinos (entre los registrados y quienes han quedado bajo los escombros), o qué sentido tiene matar a más de 8.500 niños y niñas. También pienso en los miles de supervivientes que quedarán con gravísimas secuelas para el resto de sus vidas.
Según un informe de la organización Save the Children, miles de niños y niñas que sobrevivan a las bombas y a las operaciones terrestres morirán de enfermedades, hambre y deshidratación si la ayuda humanitaria continúa utilizándose como arma de guerra. Además, sufrirán graves impactos a largo plazo en su salud mental.
Y detrás de todo esto, solo cabe pensar en una limpieza étnica llevada a cabo por Israel contra civiles palestinos en Gaza, una historia de venganza y genocidio patentado.
Sorprendentemente, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo durante una visita a Israel este mes de diciembre que la guerra en Gaza pasará a una nueva fase que se centrará precisamente en atacar a los líderes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y en operaciones apoyadas por la información de los servicios de inteligencia.
Si ahora se van a centrar en los líderes de Hamas, ¿qué han estado haciendo durante los tres últimos meses? Solo puedo pensar en una palabra: genocidio.
Y con él, estamos ante el fracaso del sistema de justicia mundial, la falta de credibilidad de las organizaciones internacionales y de los gobiernos, incapaces de parar tanta atrocidad mientras saltan por los aires todas las leyes internacionales que defienden los derechos humanos.
Lo dice Tala Harzallah, estudiante de Gaza. “Se están violando todas las leyes internacionales y nadie dice nada. Todo es tinta sobre papel. La gente es bombardeada en hospitales y escuelas pero nadie va más allá de la condena. Nuestra sangre es barata”.
Por no hablar de la doble vara de medir por la que se da una rápida respuesta a los crímenes de guerra cometidos por Rusia en su guerra contra Ucrania mientras que el silencio impera en el cementerio en el que se ha convertido Gaza.
¿Cuáles son los objetivos del estado sionista? ¿Por qué han asesinado a más de 100 periodistas de manera selectiva o cerca de 150 trabajadores de la UNRWA? ¿Por qué han asesinado y secuestrado a médicos con una gran experiencia profesional, a profesores universitarios con alto valor académico, a gente experta en sectores como la salud mental, la agricultura o la alimentación? ¿Por qué han bombardeado todos los hospitales de Gaza?.
Según la OMS, Israel ha lanzado 250 ataques contra hospitales, clínicas o ambulancias tanto en Gaza como en Cisjordania. Casi el 90% del sistema de salud está totalmente paralizado y fuera de servicio.
¿Por qué han bombardeado todas las universidades y las escuelas, las instalaciones de tratamiento de agua potable y agua residuales, escuelas de la UNRWA con los refugiados palestinos dentro, panaderías, supermercados o toda la infraestructura civil?. ¿Por qué no hay electricidad, comida, agua potable, medicamentos, combustibles, etcétera?
A falta de sus respuestas, es cada vez más evidente que Israel desea borrar del mapa al pueblo y a la idea Palestina. Sin embargo, los palestinos seguiremos insistiendo en defender nuestra causa y nuestro derecho a tener una vida digna y un estado independiente.