Unidad en el gobierno

El gobierno español ha hecho público el mayor techo de gasto hasta la fecha para los presupuestos de 2023. Este debería ser el titular, pero en lugar de un ejecutivo, parece que existen dos. La noticia es que Yolanda Díaz y María Jesús Montero llegan a un acuerdo para fijar el citado límite. Las sucesivas desavenencias entre los socios de gobierno han sido notorias y sobre todo públicas, cuestión que no ha hecho sino reforzar a su oposición. No solo las discrepancias, sino también los consensos, salen a la luz. Siguen intentando obtener rédito político tanto a cada alianza como a cada disputa. La imagen de unidad brilla por su ausencia.

Efímera concordia

Poco dura la concordia, el PSOE y Podemos vuelven a chocar en el diseño del nuevo impuesto a la banca, de cuya preparación han quedado excluidos estos últimos. Además, desaparece de la redacción final su propuesta de incluir un nuevo delito, castigado con 10 años de cárcel, para directivos que repercutan esta tasa a sus clientes. Según publica VozPopuli, desde el Ministerio de Hacienda cuentan que los morados han tenido acceso al texto en una reunión de consulta, en la que no se les ha facilitado copia. Todo esto denota un inusitado nivel de desconfianza entre unos socios que nos resulta complicado definir como bien avenidos.

Riesgos improbables

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Rivera, ha calificado la posibilidad de que la crisis energética en Europa, derivada de la guerra de Ucrania, afecte al suministro de gas al Estado español, como “harto improbable”. A su juicio, para que esta situación se produjera debería haber una “confluencia de factores negativos que no se contemplan en los distintos escenarios que están sobre la mesa”. Nos da la impresión de que, si leemos entre líneas, dadas las sucesivas convergencias de circunstancias adversas que hemos encadenado en los últimos años, el riesgo de que tengamos problemas de abastecimiento no está descartado.

Impunidad policial

El comportamiento de cualquier cuerpo policial debe ser ejemplar, aún más cuando está en el ejercicio de sus funciones. Por ello, en caso de cometer cualquier delito, el peso de la ley debería caer sobre ellos con especial contundencia. En 2018, dos policías municipales de Estepona, valiéndose de su condición, violaron a una joven de 18 años. El caso ni siquiera va a llegar a juicio. Independientemente de los acuerdos entre los condenados, fiscalía y acusación, nos causa estupor la levedad de la condena. Un curso de reeducación, una indemnización y la expulsión del cuerpo, creemos que es un ínfimo castigo para estos dos delincuentes.

Informativos y salud mental

Es abrumador el bombardeo de noticias que nos causan, cuando menos, malestar. Hay un sentimiento generalizado de que cada día se nos hace más complicado atender a unos informativos protagonizados por una pandemia mundial, una atroz guerra en Ucrania, incendios, violencia de género y un sinfín de terribles sucesos. La periodista televisiva, Almudena Ariza, recoge esta inquietud en Twitter: “Cada vez, más gente desconecta de las noticias por salud mental. Hemos causado saturación y malestar”. Remediarlo está en nuestras manos, aunque a juicio de la reportera, “tenemos que cambiar y aún no sabemos cómo".