"El futuro de las EPSV", por Carlos Etxeberri

iempre me ha sorprendido la capacidad que tenemos en Euskadi para destruir, bien por acción o desidia, las iniciativas exitosas que hemos puesto en marcha en las últimas décadas que, curiosamente, son replicadas por otros, sin tener en cuenta las graves consecuencias que esa actitud puede tener en el futuro cuando se permite la entrada de nuevos actores del exterior en un ámbito que podría haberse blindado, si se hubiera actuado con visión de país.

La aprobación, el jueves, en el Congreso del proyecto de Ley para el Impulso de los Planes de Pensiones de Empleo puede significar el comienzo de la operación de demolición del edificio del modelo vasco de EPSV de empleo que tiene su origen hace 25 años con la constitución de Geroa Pentsioak -como principal referente junto con otras entidades similares-, por la indolencia de aquellos agentes, tanto públicos como privados, que deberían haber liderado el impulso y fortalecimiento del modelo complementario vasco al sistema público de pensiones.

Curiosamente, uno de los proyectos estrella del ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá -que se ha aprobado con los votos favorables del PSOE, Unidas Podemos, C's y PNV, entre otros, los negativos del PP, Vox, ERC y Junts, por destacar las formaciones de mayor peso, y la abstención de EH Bildu-, tiene como principal fuente de inspiración el trabajo desarrollado en ese sentido por Iñigo Barandiaran, diputado del PNV por Gipuzkoa. Barandiaran se ha empeñado en los últimos años en dar a conocer el modelo de Geroa Pentsioak en el Congreso, a través de la Comisión del Pacto de Toledo, como un referente para su aplicación en el Estado, hasta el punto de recogerse como una de sus recomendaciones. Es más, en su intervención para argumentar el voto favorable del PNV al proyecto de Ley, el jeltzale volvió a poner en valor a Geroa como un modelo de éxito y referencial para otras EPSV de empleo, incluso del sector público.

Mientras Barandiaran "vende" Geroa en Madrid, aquí llevamos 25 años deshojando una margarita que ha terminado por marchitarse con la excusa de un Gobierno Vasco que sigue esperando a conocer la voluntad de patronales y sindicatos para actuar, cuando para llevar a cabo determinados proyectos en beneficio del conjunto de la sociedad, el Ejecutivo de Gasteiz no aplica protocolos semejantes, y unas diputaciones con sus haciendas forales que han sido siempre renuentes a favorecer fiscalmente el modelo de las EPSV de empleo con deducciones a los empresarios, a través del Impuesto de Sociedades, y del IRPF, en el caso de los trabajadores. Por no hablar de primar el sistema de renta en las EPSV, que actualmente se penaliza fiscalmente con el 100% de la base imponible general del IRPF, mientras que el rescate del capital el gravamen fiscal es de 60%.

En medio de ese "no sabe o no contesta" que ha caracterizado la actuación de las instituciones vascas en todo el asunto de las EPSV de empleo, el Gobierno español ha tomado la delantera al contemplar en el proyecto de Ley de Impulso de los Planes de Pensiones de Empleo, la deducción del 10% en la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades para las aportaciones a los planes de empleo de trabajadores con rentas brutas anuales inferiores a 27.000 euros y de forma proporcional, a partir de ese tope.

La importancia de contar con un sistema propio de EPSV de empleo no solo radica en su contribución al estado de bienestar y cohesión social al dotar a las personas con rentas bajas y medias de un complemento al sistema público de pensiones, que presenta problemas importantes de sostenibilidad, sino en que su ahorro sirve, a través de la inversión, como soporte para el desarrollo y fomento de nuestro tejido productivo y empresas. Frente a los fondos de capital riesgo, que tanta presencia tienen en este país, con la inestabilidad que su actividad genera, las inversiones procedentes de las EPSV ofrecen una mayor garantía y una fidelidad de permanencia a futuro.

Por si fuera poco, la denominada Asociación de Perjudicados por Geroa, impulsada por socios que reclaman el cobro de sus pensiones vía rescate de capital y no como renta, tal y como figura en los estatutos de la entidad, se ha aliado con la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), en colaboración con el abogado Jaime de Carvajal, para presentar demandas en distintos juzgados de Donostia, Bilbao y Vitoria, tras la sentencia del juzgado de lo Social nº 3 de la capital guipuzcoana que en abril desestimó una demanda presentada por uno de sus promotores, alegando falta de información en los cambios de las normas de la entidad para recuperar sus aportaciones en un único pago.

Sorprende que los impulsores de esta iniciativa se hayan aliado con una asociación que dice defender a "usuarios financieros", cuando Geroa no es una entidad financiera al uso, no tiene capital, ni reparte dividendos a ningún accionista y no tiene afán de lucro porque nace del acuerdo entre una patronal y cuatro sindicatos con vocación colectiva. Su fin es, única y exclusivamente, dotar a los trabajadores adscritos de un complemento a las pensiones públicas que reciben, mediante la capitalización de sus aportaciones en forma de renta desde su jubilación. Geroa no es una EPSV individual como, a modo de producto financiero, promueven las entidades financieras, porque tiene un componente social que va más allá de ese concepto y que hereda y mejora el concepto "Sidero Zahar", una figura complementaria a la pensión pública en forma de renta, que existía en el sector del Metal de Gipuzkoa desde los años 70 del siglo pasado.

Por el contrario, en esta iniciativa parece que se puede percibir alguna intencionalidad política cuando el abogado Jaime de Carvajal, que defiende a los socios críticos de Geroa, trata de implicar al Ejecutivo de Gasteiz, al amenazar con judicializar el asunto "si el Gobierno Vasco y Geroa no se sientan con nosotros a negociar". En unas recientes declaraciones al periódico económico digital La Información, afirmó que "este es un conflicto político y su solución pasa por la política. Por una decisión política. La pelota está en el tejado del Gobierno Vasco". En este sentido, parece que no es casual que un partido con tanta presencia y representación en Euskadi como Falange Auténtica -cuya adscripción política es fácil deducir-, se hiciera eco a través de las redes sociales de la información de un medio digital generalista en la que se recogía la presentación en octubre, de la demanda de Asufin contra Geroa y que luego ha sido rechazada por los jueces. El comentario que acompaña la información no tiene desperdicio: "A la casta nacionalista solo le importan sus delirios, no las personas".

Llama la atención que los promotores de esta iniciativa no pongan en valor los 200 euros al mes durante 25 años, que es la renta que perciben en la actualidad los socios de Geroa jubilados, de los que el 28% proceden de la aportaciones de las empresas, el otro 28% de la de los propios trabajadores y el otro 44% de la capitalización de ese fondo gestionado por los profesionales de la entidad, que en 2021 fueron capaces de obtener una rentabilidad del 9,64%, muy por encima de la media del conjunto de los fondos, que se situó en el 2,87%.

Con la situación económica tan incierta y volátil en la que nos encontramos, y cuando hay jóvenes que dudan a día de hoy, poder cobrar una pensión en el futuro, parece poco solidario, sobre todo con las generaciones futuras, plantear capitalizar las aportaciones hechas a Geroa, a la vez que pone de relieve la existencia de ciertos "privilegios" por parte de algunos trabajadores de este país, que han tenido la suerte de poder contar con una pensión complementaria en la que las empresas han contribuido con el 50% en el pago de sus aportaciones, mientras que el resto se tienen que contentar solo con la pensión pública.

Ante esta situación es urgente que tanto la patronal Adegi, como los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT y las organizaciones promotoras de Geroa Pentsioak, rompan el silencio que mantienen y salgan a defender el modelo que representa esta EPSV de empleo y el importante papel que juega para el conjunto de la sociedad y el desarrollo económico del país. Nunca será tarde. l

Es urgente que Adegi, ELA, LAB, CCOO, UGT y las organizaciones promotoras de Geroa Pentsioak salgan a defender el modelo que representa ?esta EPSV