e acabó la espera interminable en los servicios de atención al cliente: hemos aprobado un límite máximo de tres minutos". Con este tuit, aparentemente esperanzador, anunció ayer Alberto Garzón, ministro de Consumo, la aprobación de la Ley de Servicios de Atención a la Clientela (no se extrañen, ahora si no publicas tus novedades en las redes sociales no eres nadie). ¿Qué quiere decir esto? Que las empresas deberán ofrecer atención personalizada y profesional a las personas en cuanto lo soliciten verbalmente por vía telefónica. "Personalizada y profesional". Esto es la teoría, claro, pero habrá que ver la práctica... Pretenden que las llamadas a los servicios de información y reclamación sean atendidas en menos de tres minutos, que estos servicios estén disponibles las 24 horas del día, que este tipo de demandas se resuelvan en quince días máximo... Por lo tanto, ¿esto significa que las llamadas no se cortarán sospechosamente cuando se alcance el minuto 2:59? ¿O, como suele ser habitual, que te emplacen a contactar más tarde, y se corte, porque en ese momento no te pueden atender? Y, por último, ¿se aplicará tanto a la empresa privada de servicios como a la administración pública? Cuestiones que por el momento están sin resolver porque... Hecha la ley, hecha la trampa. l