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Cultura en comunidad en época de pandemia

iempre he defendido que la cultura tiene una importante dimensión política, de construcción de comunidad y convivencia, muchas veces invisible y/o confundida como actividad meramente de ocio, pero que es imprescindible a tener en cuenta si queremos empujar la transformación social. Ahora, más que nunca, entiendo y defiendo poner la cultura en el centro de la vida; defendiendo el derecho a la cultura como uno de nuestros derechos fundamentales, desde el ámbito profesional, el asociativo y amateur, como personas que creamos o como usuarios y/o consumidores. El acceso, formación,creación uso y disfrute cultural los entiendo como derecho básico y actividad social esencial en el día a día de cada persona.Entre el viernes 26 de marzo y la convocatoria del lehendakari Urkullu, se han reunido tanto el LABI técnico como el político, puesto que los datos de incidencia de la pandemia, más allá de mejorar, van al alza y parece que se decidirá a implementar nuevamente restricciones en diferentes ámbitos y actividades; tanto a nivel de movilidad, actividades de ocio, aforos en locales y limitaciones de espacios públicos y privados donde actividades culturales son desarrolladas. No son o serán buenas noticias los datos de incidencia, ni las consecuencias sanitarias ni las restricciones que se tomarán a nivel social y económico, para todas y todos y especialmente para los sectores de hostelería y ámbito de cultura.Lamentablemente, no nos queda otra que adaptarnos a esta triste y dura realidad, y consecuentemente asumir las directrices y limitaciones que desde el Gobierno Vasco y a propuesta del LABI serán de obligado cumplimiento. Todos y todas, actuando con corresponsabilidad sobre nuestra comunidad, pondremos nuestro granito de arena para superar al covid-19. Es triste y duro, ver teatros, cines y espacios públicos vacíos o con grandes limitaciones de aforos, en consecuencia, de actividades culturales profesionales, especialmente muy limitada y mermada la actividad cultural y social de colectivos,asociaciones y agentes no profesionales o amateurs. Estas limitaciones, merman no solo la exhibición de obras, trabajos, proyectos, sino también la capacidad creativa y de expresión al tener limitada la utilización de espacios por orden del Gobierno Vasco.Lo deseable es que el proceso de vacunación se acelere y así ayudar a levantarse al sector cultural frágil y se puedan flexibilizar las restricciones, especialmente las que afectan al tejido asociativo cultural no profesional. Sirva de ejemplo una de las últimas encuestas de AISGE, daban un dato demoledor, el 97% de actores y actrices y técnicos se quedaron en paro. Más allá de mi actual realidad como Concejal de Cultura, soy profesional del sector cinematográfico y participante activo de diferentes asociaciones de nuestro municipio, estoy en contacto permanente con personas, colectivos, asociaciones, sindicato incluso patronal siendo consciente de la realidad que viven mis compañeros y compañeras de profesión, asociaciones y colectivos a los cuales he trasladado mi disposición a elevar a instancias, administraciones e instituciones supramunicipales sus aportaciones, dudas, quejas, mejoras para poder garantizar el derecho básico de acceso a la cultura.Es mi firme compromiso, como siempre lo ha sido, en los diferentes espacios en los que me he movido, muevo y seguiré peleando, porque como lo dicho: La cultura es una herramienta y derecho para construcción de comunidad y convivencia, muchas veces invisible que debemos visualizar, cuidar y proteger; para protegernos y cuidarnos.