Ripios y amenazas
La policía municipal de Madrid constituyó un grupo de Whatsapp, denominado “10 años y turno de noche” formado por unos 100 agentes. El objetivo era presionar al Ayuntamiento sobre una cláusula que perjudicaba a las condiciones laborales. Posteriormente el chat derivó del plano sindical a la política, gastronomía, ocio y fútbol, entre otros. Como parece inevitable en tantos foros, algunos de los participantes solían utilizar palabras más gruesas para increpar a los que discrepaban o no ponían el calor suficiente en sus afirmaciones. La alcaldesa Manuela Carmena, criticó hace varias semanas la actuación policial durante el referéndum del 1 de octubre. Inmediatamente media docena de agentes arremetieron contra la primera edil, llamándola “Vejestorio despreciable”, “Que se muera la zorra vieja” y “Lo que es terrible es que ella no estuviera en el despacho de Atocha cuando mataron a sus compañeros”, entre otras lindeces. Un miembro del chat, perteneciente a CCOO, advirtió a sus superiores del contenido de esos mensajes que pudieran constituir delito de odio. Además de los ya señalados se vertían alabanzas a Hitler, insultan a los inmigrantes, llamaban “hijo de perra” a Pablo Iglesias. La denuncia en cuestión se trasladó al Juzgado número 49 de Madrid, quien pidió a la Policía Municipal de Madrid que identifique a los autores de los comentarios. El Gobierno municipal de Manuela Carmena ha abierto una “información reservada”, que es el paso previo a un expediente y a la posible inhabilitación de los agentes responsables. Mientras se espera a lo que decida el juzgado. Lo sorprendente es que varias Organizaciones Sindicales del cuerpo, no han condenado rotundamente los mensajes, argumentando que se trata de comentarios privados. En el chat inmediatamente se orquestó una campaña contra el policía municipal denunciante, llamándole “chivato asqueroso”, profiriendo serias amenazas. Lo peor es que han escrito un soneto terrible, lleno de ripios y amenazas, que es una bofetada infame a nuestros clásicos.