"para ser tonta no eres muy guapa". "Chupa y calla". "Metomano". "Tienes un culo para forrar pelotas". "Aquí manda mi polla". "Tu culo será mío". "En la vida todo se aprende a porrazos". "100% zorra". "O follamos todos o la puta al río". "Ve a traer cerveza que te estás poniendo de nuevo fea". "Bonitas piernas, ¿a qué hora abren?" O el pictograma de una mujer de rodillas haciendo una felación a un hombre sentado. Esta ha sido la respuesta de algunos garrulos a la campaña de San Fermín por unas fiestas libres de agresiones sexistas tras la brutal violación ocurrida el pasado año y otros ataques terribles que no hemos olvidado. Y mucho me temo que la idea se va a exportar a otras fiestas de este y próximos veranos llegando al alcance de menores de edad. Dice la Fiscalía que no constituye ningún delito venderlas ni llevarlas, ellos sabrán, pero dan ganas de ponérselas cada vez que uno tenga que ir a un juzgado ya que las ven tan correctas. Pero no voy a entrar en cuestiones legales. Un tipo que se viste con esta mierda y lo muestra orgulloso en sus redes sociales, ante familiares, amigos y compañeros de trabajo, debería quedar etiquetado como un tío #nofollable. Sería la mejor sentencia y está en las manos de las mismas mujeres a las que denigra. Sin embargo, demasiadas veces, los chicos malos triunfan.
