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Líos

Esta legislatura está llamada a ser la de la reforma del Estatuto de Gernika. Con ese fin se ha constituido una ponencia en la que van a participar todos los partidos, que tratarán de encontrar un punto de acuerdo para ampliar las cotas de autogobierno de la CAV. Es cierto, y buena señal, que el foro reunirá a representantes de los cinco partidos presentes en la cámara, pero uno de ellos, el PP, ya ha dado a entender que, pese a que ocuparán su asiento, no cuenten con ellos porque la reforma ni es “urgente” ni es “necesaria”. Fiel a un unionismo inflexible, el PP quiere dejar las cosas como están y si hay que tocar una coma, que sea a cuenta de la autonomía vasca, porque como dice Borja Sémper, la reforma puede suponer abrir un melón de consecuencias “imprevisibles”. Creo que en este caso se puede aplicar la aguda observación de Santiago Cervera, excompañero de Sémper, que detecta en ese tipo de actitudes un patrón de funcionamiento típico del PP de Rajoy, consistente en la mera descripción de los hechos para no hacer política, so pena de que las cosas vayan a peor. De ahí que Rajoy se refiera a los problemas como “líos” y considere que gobernar es algo “muy difícil”. Es la robotización de la política, con algoritmo constitucional incorporado.