Las leyendas y los mitos
En la vida del hombre, las leyendas y los mitos, a lo largo de la historia han influido demasiado. La cultura ha sido siempre el chollo para acertar como ciertos pasajes inverosímiles. Las leyendas, al cabo de los tiempos, han sido aceptadas como tales y con gran respeto a nuestros antepasados que creían en ellas.
Los mitos, en cambio, son aceptados mucho de ellos por real decreto, porque a los reyes, a los conquistadores, les convenían y el pueblo los acataba como ciertos. Podíamos nombrar mitos demasiado cercanos en el tiempo: la Realeza actual española o llamarle Guerra Civil a la contienda del 36. Aún se sigue hablando de la madre patria.
El léxico con el régimen franquista fue digno de admiración por su imaginación y fantasía extraterrestre: el Movimiento Nacional, la Cruzada, Todo por la patria, la sacrosanta unidad de la patria, la canalla rojo separatista, el contubernio judeo masónico; España, portavoz de los valores espirituales de Occidente, las españolísimas provincias vascongadas, la pérfida Albión, Gibraltar español, caudillo por la gracia de Dios?
Estoy improvisando y ya sé que me dejo demasiados mitos. Igual para mí el más importante es el de España. Nos decían la conquista de España de América, y entonces España no existía.
¿Cuántas mentiras no han contado sobre Viriato, Hispania, Covadonga, El Cid, Santiago con su leyenda compostelana, los reyes católicos, y la Cruzada nacional? Puedo poner demasiados puntos suspensivos.