Querido Agustín y Colaboradores de Behar Bidasoa:
Con esta carta nos dirigimos a todos vosotros para expresaros nuestra gratitud por todo el bien que estáis haciendo con todo lo que vais enviando. Sin vuestra ayuda, poca cosa podemos hacer nosotras. De nuevo un sin fin de gracias. En este mes de noviembre dedicado a la misericordia, nuestra experiencia ha sido grande, gracias a vuestra solidaridad. Hemos podido acompañar a los enfermos en su día dedicado al enfermo pues en la cárcel de Huye, lo han celebrado con alegría pues los 580 prisioneros que pertenecen a la Cruz Roja lo han animado dando testimonio de sus obras de misericordia y servicio hacia sus compañeros de prisión: haciendo de acompañantes en la hospitalización de los dos hospitales (Kabuye y el de la Universidad de Butare) ellos les sirven con grande amor en todo lo que necesitan. Como broche oro ha sido el poder acompañarles en la Eucaristía que se ha celebrado dentro de la misma prisión el domingo pasado como cierre del Año Jubilar de la Misericordia, momento que también los mismos prisioneros nos han mostrado varias obras de misericordia que se encuentran en el Evangelio que para Jesús fue lo cotidiano cuando se encontraba con la gente. Ellos nos agradecen nuestra presencia en la que ven que se les ama, se piensa en ellos, se les acompaña y se les ayuda.
Gracias también por los paquetes que han tenido mucho éxito pues la prisión ha recibido con grande alegría los medicamentos porque han visto que les es muy útil. El lunes que viene se les va a entregar la ropa que habéis enviado, sobre todo a los enfermos más pobres.
Referente a la SOSOMA (alimentación compuesta de soya, sorgo y maíz) se les sigue dando, tanto a los enfermos hospitalizados en la cárcel de Huye como también a los que están en los hospitales de Kabuye y Universitario de Butare. Todo gracias a vosotros por vuestra solidaridad.
No queremos terminar esta carta sin hacer mención al aguinaldo que nos habéis enviado: chorizo, chocolate, atún, paté, membrillo, queso, manzanilla, jamón? y más cosas que nos va a alegrar la Navidad que pronto la tenemos encima. Gracias por vuestra amistad, por pensar en nosotras las Religiosas de San José. Gracias por vuestros ánimos que nos dais y que son un estímulo para nosotras.
Los prisioneros os lo agradecen; están muy contentos al vernos por la prisión, se les ve que sonríen con un saludo que llega al corazón.
Terminamos esta carta diciendo que os agradecemos también vuestra confianza. De nuevo gracias por todo.
Sin más, recibid un fuerte abrazo y quedamos unidas en la oración.